Sacrificando mi futuro, cambiaré su pasado.

Capítulo 26.

Se dirigían hacia la Villa Shimotsuki. Normalmente tomaría alrededor de 5 días viajar hasta allí, pero cuando se tiene a alguien que controla el agua pues todo son ventajas.

La tripulación se encontraba haciendo una de sus actividades favoritas: agrandar el álbum de fotos. Sí, desde que Robin se les unió quisieron tener algo para recordar todas sus aventuras, además de todos los familiares y amigos que conocían en sus viajes. Así que juntaron las fotos sueltas que tenían por ahí y las pusieron en un álbum especial que tenía cerradura y candado, junto con una llave de la que solo Adael, Brook y Rocinante tenían la copia.

Qué, por qué era necesario una llave para unas simples fotos? Pues porque no solo aparecían ellos, sino también, Shanks y Buggy con sus respectivas tripulaciones, Shirohige y los otros hermanos de su capitán, Adael y Marco en algunas de sus citas, Adael y Marco descubriendo y pegando a Thacht, Rossi y Doflamingo por espiar sus citas, Law y Doflamingo teniendo una " tarde de juegos " lo que implicaba edificios destruidos y personas traumada, por no hablar de la cereza del pastel: Imágenes de los tiempos que Adael pasó con Roger, Rouge y los demás del Oro Jackson.

Si tomamos en cuenta todo esto, pues un candado es lo menos que podían ponerle al jodido libro.

Y así, mientras los demás se divertían qué foto poner a continuación, Adael estaba inmerso en sus recuerdos.

Flashback:

En esos tiempos, habiendo cumplido los 23 años fué destinado temporalmente al Esth Blue. En una tarde cualquiera estaba haciendo su ronda habitual en una de las pequeñas islas cercanas a Longuetawn cuando escuchó jaleo en uno de los callejones. Fué y descubrió a un grupo de unos 5 bandidos que pateaban lo que parecía ser el cuerpo de una niña. Inmediatamente los arrestó, utilizando quizás más fuerza de la necesaria para someterlos, y se los entregó a sus hombres mientras él se encargaba de llevar a la chica a la enfermería.

Una vez allí, el médico le informó que la niña presentaba síntomas de desnutrición leve, algunos golpes y moratones y una cicatriz en la parte superior de la cabeza, cosa que le preocupaba bastante, ya que a pesar de no estudiar medicina, estaba consciente que las heridas en la cabeza por más simples que se vean, pueden acarrear un problema más grande.

Pasaron alrededor de 3 días hasta que en una de sus visitas descubrió a la niña despierta y visiblemente asustada. Recordaba acercarse a ella con sumo cuidado y procurando no invadir su espacio.

_ Cómo te encuentras? -preguntó con la voz más suave que pudo, para no incomodarla.

_ B-bien. Solo me duele un poco el cuerpo- contestó la chica luego de unos segundos -Fué usted quien me ayudó con esas personas?

_ Así es. Ya no tienes que preocuparte más por ellos. Nunca volverán a hacerle daño a nadie -dijo observando el alivio que recorrió su mirada cuando lo escuchó.

_ Muchas g-gracias, señor? -cuestionó mirándolo.

_ Mi nombre es Smoker -le respondió a su muda pregunta obteniendo una pequeña sonrisa -Y dime, cómo te llamas?

Vió extrañado cómo los ojos de la chica se llenaba de lágrimas, pero más que de tristeza, parecían ser de impotencia.

_ Y-yo no puedo recordarlo. No puedo recordar nada sobre mí, ni sobre mi vida -dijo enojada, no con el hombre frente a ella, sino consigo misma.

_ Tranquila. Cálmate un poco -le dijo apasiguadoramrnte. Cuando vió que se relajaba un poco, continúo- Qué es lo primero que recuerdas?

La niña lo meditó durante unos segundos.

_ Solo recuerdo abrir los ojos y que esos hombres me tenían atada. Comentando que fué una suertes encontrarme en ese ataúd mientras aún respiraba, porque una chica linda como yo sé vendería bien. Después de unos meses descubrí que ellos eran saqueadores, que abrían las tumbas en busca de tesoros y que en una de ellas me encontraron y que si no hubiera movido un poco los párpados me hubieran dado por muerta ya que mi pulso prácticamente no se sentía. Nos estábamos dirigiendo a Grand Línea cuando intenté escapar, pero poco después me encontraron, comenzaron a golpearme y luego usted me rescató -le respondió con sinceridad todo lo que sabía.