Capítulo 28.

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En un principio las cosas habían ido de maravilla.

Después de un instante de conmoción, tanto los marines como los bandidos se habían relacionado bastante bien para gran sorpresa...de nadie.

La tripulación de Adael está acostumbrada a tener fiestas de vez en cuando con grandes figuras del mundo pirata, como los Yonkos Edward Newgate, Buggy el Payaso y Shanks el Pelirrojo, por no mencionar las vacaciones en Isla Gyojin.

Tener su cena mientras conversan amigablemente con bandidos de la montaña era lo que ellos llamaban, un día relajado.

Todo iba estupendamente hasta que Adael presentó a los niños con sus hermanos y los amigos de Law.

Parecía que no habría problemas: Los niños habían adorado a Rocinante, aunque Luffy lo hizo más que nada por su abrigo, se impresionaron con la calmada Robin y su extraña fruta, Sachi y Pengüin los entretuvieron bastante con un divertido espectáculo de malabares que aprendieron recientemente la última vez que vieron a Buggy y su tripulación, y adoraron a Beppo por ser "un oso raro pero genial". Brook también fué catalogado inmediatamente como uno de los favoritos, tal y como Adael había supuesto que pasaría y se divirtieron mucho paseando sobre Laboon, aunque no se demoraron demasiado puesto que Makino, que había sido despertada y prácticamente arrastrada de su caza por tres chiquillos emocionados para que se uniera a la fiesta, casi se comía las uñas por la preocupación de verlos "volar"a una altura tan grande.

El problema fué cuando llegó el turno de presentar a un recién llegado Law, que se había demorado en venir porque quería terminar una pequeña investigación. Los mayores se presentaron calmadamente con el mayor, pero Luffy fué otro asunto.

El pequeño moreno se le había quedado mirando fijamente, incomodándolo un poco, antes de entrar en acción y subirse rápidamente a la espalda del mayor. Cuando sus brazos estuvieron firmemente anclados al cuello del más alto, miró al desconcertado público y mostró la sonrisa más grande y alegre que hayan visto.

_ Cuando sea mayor, me casaré con Torao!!, Shishishi -exclamó alegremente antes de hecharse a reír.

Todos, impresionados más aún si fuera posible, voltearon las cabezas como uno solo para ver al par de personitas que estaban seguros, no se tomarían la noticia para nada bien.

Efectivamente tenían razón.

Allí estaban los antiguamente únicos hermanos mayores del pequeño monito rodeados de un aura demoníaca.

_ Tú..maldito bastardo..CÓMO TE ATREVES A METERLE ESAS IDEAS EN LA CABEZA A LUFFY ?!! -terminó gritando Ace, para luego intentar abalanzarce sobre el otro mientras sostenía en alto una tubería que ni Dios sabía cuándo fué a buscar.

Sabo a duras penas lo sostuvo antes de que logrará su cometido.

_ Ace, si lo atacas le darás a Luffy -con eso consiguió que el pecoso dejara de luchar, aunque, aún se notaba bastante molesto -Además -añadió con una pequeña sonrisa que a más de uno le provocó escalofríos -Law sabe que Luffy sólo está jugando y no se ha tomado sus palabras enserio...verdad?

Por el tono de su voz, estaba declarando un hecho irrefutable y la mirada con la que lo dijo..enviaría huyendo a más de uno.

Law ya estaba sudando frío. Era más fuerte que esos dos niños y podría someterlos sin problema alguno..pero saber eso no impedía que se sintiera nervioso.

Quizo abrir la boca para afirmar que, en efecto, no se casaría con Luffy. Pero no pudo.

En el momento en que el mocoso había dicho con tanta convicción que se casarían, sintió algo encajar dentro de él. Como si la última pieza de un puzle especialmente difícil hubiera sido colocada finalmente.

Sacrificando mi futuro, cambiaré su pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora