Capítulo 34.

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Amazon Lily era una del Grand Línea que contaba con una gran fama. Su rasgo más particular no eran las enormes serpientes o las misteriosas junglas, sino sus habitantes. Todos y cada uno de los seres humanos que la habitaban eran mujeres.

Estas particulares féminas eran muy conocidas por su ferocidad en las batallas, pero sobre todo, su total y absoluto disgusto por los hombres. Se sabía que cualquier sujeto que se atreviera a colocar un pie en esa isla sin un permiso explícito, no volvería a ser visto con vida. Y eso sí contaba con suerte. Era por esto que la fama de las Guerreras Kuja se extendió en poco tiempo por todo Grand Line.

Pero entre todas ellas, ninguna podía compararse con la gobernante de ese lugar...Boa Hanckok, La Emperatriz Pirata.

Valiente, audaz, inteligente, fuerte, feroz, hermosa...inalcanzable.

Estos y más adjetivos eran los que se usaban para describir a aquella que ostentaba el título de La Mujer más Bella del Mundo.

Con cabello azabache, ojos azul oscuro, rostro de delicadas facciones, piel suave y tersa y un cuerpo de reloj de arena sostenido por unas piernas largas y perfectamente torneadas, era sin duda la clase de mujer de la que no se puede apartar la mirada, no importa tu sexo o edad...pero a pesar de su físico también era alguien muy cruel.

Aunque su mayor desagrado era para con los hombres, sus propias guerreras también debían soportar sus caprichos y banalidades, aunque a estas no les importaba sino más bien lo consideraban un honor.

Boa siempre parecía mirar a todos con indiferencia, repudio o asco dependiendo de quién se tratase y solía aprovecharse de su físico para conseguir lo que quisiera o que la perdonaran por cualquier cosa que hiciera (aunque realmente no le importara mucho) además de dejar en ridículo varias veces a los hombres, especialmente aquellos del Gobierno Mundial.

Pero en realidad, no debería culpársele completamente por su forma de ser.

Algo que casi nadie sabía era que cuando aún era joven, Hanckok fue secuestrada y vendida junto a sus hermanas menores Boa Marigold y Boa Sandersonia a los Tenryuubitos.

Estuvo cautiva durante varios años en los cuales se vio obligada a soportar el trato inhumano recibido por los esclavos, siempre intentando llevarse la peor parte de los castigos para que sus hermanas no sufrieran tanto.

El día en que Fisher Tiger atacó a los Nobles Mundiales, ellas fueron unas de los muchos que fueron liberados ese día. Mientras huían, Hanckok vislumbró brevemente el rostro de su salvador, guardando el recuerdo en su mente, junto a la enorme gratitud por haberlas salvado.

Después de salir de Tierra Santa, llegaron a Amazon Lily donde con la guía de la antigua emperatriz, la anciana Nyon, se convertiría en la nueva gobernante.

Para evitar que su pasado y el de sus hermanas fueran descubiertos, dijo que las tres tenían en su espalda Los Ojos de la Gorgona y que cualquiera que los viese terminaría convertido en piedra, ocultando así con éxito las marcas de esclavitud que tenían en sus espaldas.

Debido a lo que sufrió, Hanckok desprecia a todos los hombres, principalmente los marines. Pero a pesar de todo, aún necesitaba el título de Shichibukai si quería mantener protegida a su isla.

Por eso se encontraba caminando en esos momentos a encontrarse con el capitán del barco de la Marina que se encontraba atracado en las afueras de la isla.

_ Hermana, estará bien que vengamos solo nosotras tres ? No sería mejor si nos encontráramos con ellos en la isla ? -preguntó Sandersonia.

_ Sonia tiene razón. Después de todo, no sabemos qué es lo que quieren y en la isla podríamos contar con más apoyo, además que estaríamos en nuestro territorio y tendríamos ventaja -aclaró Marigold.

Sacrificando mi futuro, cambiaré su pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora