Capítulo 20.

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Un año pasó. Nuevamente hubieron cambios en las vidas de todos, puesto que Rocinante pudo convencer de algún modo a Sengoku para permitirle viajar con Adael, como su segundo al mando. Cuentan que ese día, los gritos de furia y de auxilio se entremezclaron en el aire mientras el cuartel general se estremecía.

Pero eso a ellos no les importaba. Todos y cada uno estuvieron felices de viajar juntos, especialmente Law. Aún estudiaba medicina de una forma bastante profunda, pero que ya no absorbía todo su tiempo. Sus ojeras desaparecieron y su apetito mejoró hasta que finalmente pudo hacerle honor al gen D.

Además estaba más feliz de lo que nunca recordaba estar en años.
Tenía a Corazón, a quieren aunque no lo dijera veía como un padre; sus hermanos, Robin, Adael y Brook; Laboon y a los demás compañeros de la tripulación, e incluso un tío idiota al cual molestar ( Doflamingo ).

También tenía tres nuevos amigos. Un oso parlante llamado Beppo y dos chicos con graciosos sombreros, uno de ellos era Pengüin y el otro era Sachi. Law los rescató y le pidió permiso a Adael para permitirles ser miembros de la tripulación, cosa que aceptó.

Ahora, habían decidido que luego de estas aventuras, serían responsables y maduros, sin meterse en ningún problema.

....

Es por eso que ahora mismo se encontraban en la entrada del Germa 66, ocultos y esperando el regreso de Robin y Brook que acompañaron a Adael en la misión de recate, aunque no entendieran a quién se suponía que debían rescatar, lo único que les importó fue que tendrían nuevos miembros en la familia.

Sanji estaba hecho un manojo de emociones. Su madre murió hace a penas 4 días y parecía como si nadie a parte de Reiju y él la recordaran. El único cambio en su padre y hermanos fue que ahora que no había nadie que lo protegiera, se volvieron incluso más brutales con él.

Tuvo la oportunidad de escapar hace 1día, pero la noche anterior a que ejecutara su plan soñó con su madre. La mujer lo había abrazado y le prometió que él y su hermana tendrían una vida mejor. Pero que para eso debía esperar. La persona que los ayudaría iría a buscarlos.

"Confía en el hombre con cabello de plata y ojos de mar.

Por eso esperó. Ahora estaba en su habitación junto con Reiju. Anoche volvió a soñar con mamá y ella le dijo que ese sería el día. Reiju había aceptado irse con él, sabía que Sanji nunca mentiría con nada relacionado a su madre, así que si dijo que la vió en un sueño, entonces lo había hecho.
 
De repente vieron como la ventana del cuarto se abría suavemente. Se abrazaron creyendo que sería uno de sus hermanos y Reiju ya se estaba preparando para darles una merecida patada en el trasero si se atrevían a tocar a Sanji, pero vieron con gran sorpresa a un hombre joven, alto y musculoso...con un cabello color plata y ojos increíblemente hermosos.

Antes de que Reiju pudiera detenerlo, Sanji se abalanzó sobre el peliplata y abrazó una de sus piernas fuertemente. Les tomó un segundo a todos, incluyendo Brook y Robin que estaban fuera mirando la escena, salir de la conmoción.

Luego tardaron otro en darse cuenta de que estaba llorando.

_ Estás aquí. Mamá dijo vendrías y nos ayudarías. Lo harás? -preguntó inocentemente, dejando de abrazar al marine y cogiendo de la mano a su hermana.

_....Por supuesto.

Un mes desde aquello y las cosas volvían a su curso normal. Una locura por aquí, una tontería por allá... Todo perfecto. Es por eso que se encontraba ahora mismo frente al Comandante General, otra vez.

_ Oye viejo, yo -comenzó Adael, antes de ser interrumpido.

_ No regalo, no presto, no fío, no compro y por sobre todas las cosas..no hago milagros, ni limpio desastres ajenos -dijo Sengoku tranquilamente mientras revisaba unos papeles.

Sacrificando mi futuro, cambiaré su pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora