Kim Taehyung jamás en su vida había comido tantos caramelos durante una clase como lo hizo ese día, ni se había observado tantas veces en un espejo, aunque para ser honestos no era justamente su cara lo que tanto quería observar el Peliazul.
Todo se mantuvo tranquilo, Jungkook se portaba demasiado bien durante las clases solo prestaba atención al profesor y aunque veía a Suni constantemente voltear hacía el, el azabache realmente no le correspondía casi nunca a sus coquetas miradas, eso hacía sentir un poco más tranquilo a Taehyung pero aunque este se estuvo atragantando con todo tipo de golosina nada le podía quitar la sensación amarga en su garganta, simplemente tenía un mal presentimiento sobre todo eso.
Una vez terminó la clase a la cuál realmente no le prestó atención en ningún momento, se quedó con el trasero clavado en el asiento, pero moviendo lentamente las manos para agarrar cada una de las cosas ubicadas sobre el pupitre y poderlas guardar dentro de su mochila, el Peliazul necesitaba hacer tiempo hasta que Jungkook saliera para así poder seguirlo, ¡ese era su plan!, seguirlo durante al menos tres días antes de dar el primer paso hacia el acercamiento que tanto anhelaba concretar.
Pasaban los minutos y el salón estaba quedando completamente vacío, pero el azabache no parecía haberse movido siquiera.
Taehyung se quedó inmóvil mirando hacía el pizarrón, tan atento a cada sonido que hasta se creía capaz de escuchar la respiración de Jungkook. Pasaron unos quince minutos y ninguno parecía querer moverse, era como una especie de juego para ver quien era el último en salir, claramente Taehyung tenía que ser el único ganador, pero ciertamente ya empezaba a sudar de los nervios, su pierna izquierda se movía frenéticamente y se estaba conteniendo para no hacer alguna tontería que arruinará su simple e interfecto plan. Solo se distrajo un momento cuando sintió una gota de sudor caer de su cien para ir bordeando el largo de su rostro, sintió cosquillas y cuando estuvo a punto de sacar un pañuelo del bolsillo de su pantalón tuvo que detenerse al escuchar el sonido de una silla moviéndose detrás de él.
El aire se le atascó en la garganta cuando sintió pasos hacia su izquierda, lentamente movió la cabeza y solo logró ver la espalda de Jungkook cuando este atravesó el umbral de la puerta. El Peliazul nunca había sido bueno en matemáticas y sinceramente poco le interesaban las cosas relacionadas a los números, pero decir que Taehyung no cálculo los segundos que una persona tardaría en caminar el pasillo hasta encontrar un desvío seria realmente mentir descaradamente, porque el Peliazul lo había hecho y para su sorpresa con una precisión increíblemente perfecta.
"5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15", Taehyung se levantó de golpe y sacó la cabeza por la puerta para ver justo cuando Jungkook doblaba hacia el pasillo norte.
El Peliazul caminó hasta llegar al punto en el que Jungkook había cambiando su rumbo, se quedó pegado contra la pared y se movió como si fuera un criminal dentro de una mansión a punto de hacer de las suyas, observó con detenimiento hasta que vio el hermoso cuerpo del Azabache que salía hasta el patio para caminar hacia el campo de fútbol.Fue manteniendo una distancia considerable pero que le permitiera el no perderlo de vista, lo siguió hasta los campos, y se sorprendió al ver que ingresó como si conociera el lugar como la palma de su mano, ¡jamás en la vida Taehyung lo había visto en algún juego! y claramente no pertenecía al equipo.
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Invisible (kookV)
FanfictionUna noche de alcohol y un encuentro explosivo con un hombre desconocido dejan a Taehyung con ganas de más, necesita volver a encontrarlo pero existe un gran problema, Tae recuerda el cuerpo que estuvo sobre él pero no el rostro de su portador.