Invisible (kookV)

Capítulo 11 (La noche de los pulpitos)

Taehyung y Jimin se encontraban en el departamento del Peliazul, estaban, literalmente, desvaciando el placard en búsqueda de un look apropiado para la fiesta, Jimin había insistido en elegir el vestuario de su amigo ya que pensaba que para atraer a un Bad boy necesitaba mostrarse más rebelde y Sexy, dejar por un segundo todos esos colores muy llamativos que el tanto amaba usar.

—¡¡¡Ahhhhhh!!!!, ¡Lo encontré!— Gritó todo emocionando mientras tironeaba una prenda para sacarla de la montaña de ropa.

¡Y lo consiguió!, Se trataba de un Crop top hecho con un fino hilo plateado entretejido formando una especie de red, con unas tres cadenitas de metal del mismo color, que adornaban en la parte del cuello. Pero Taehyung no estaba nada contento, el Peliazul miraba la prenda con desconfianza y un poco de vergüenza , tenia las mejillas totalmente rojas dejándolo en evidencia.

—¡Jimin eso fue parte de un disfraz!, ¡no voy a ir con eso a la fiesta!— Exclamó apenado.

— Tae, ¡tienes que ir a matar!, y con eso mi querido amigo asesinaras a más de uno— Le replicó con una sonrisa pícara en el rostro.

Taehyung terminó por resignarse, aceptó la prenda junto al Jean celeste extremadamente apretado y roto por todos lados más una campera de cuero estilo motoquero y un par de borcegos negros que su amigo había escogido para el.

Los Soulmates estuvieron un par de muchas horas arreglándose, Jimin también lucía muy Sexy con un pantalón negro muy pegado que se le adhería de manera brutal a sus musculosas piernas, una camiseta animal print, una chaqueta dorada muy llamativa y unos borcegos negros. 

Peinaron sus suaves y brillantes cabellos, agregaron un par de accesorios y se perfumaron en abundancia para luego salir a buscar el taxi que los llevaría a la fiesta.

Una vez llegaron al lugar ambos quedaron boquiabiertos al ver lo enorme que era aquella casa, la música se podía escuchar desde allá afuera, eso evidenciaba lo alto que estaba el volumen dentro de aquella fiesta. 

Los dos se miraron y luego se dispusieron a entrar.

—¡Ya sabes Tae!, ¡si hay algún problema me mandas un mensaje con el código y rápido salgo al rescaté!— acotó Jimin antes de pisar en primer escalón en la entrada.

Taehyung asintió con un movimiento de cabeza, chocaron las manos y entraron. 

En la puerta ambos dejaron sus tarjetas que funcionaban como una especie de entrada que habilitaba su ingreso, en manos de un hombre enorme todo vestido de negro que parecía custodiar la puerta.

Al mirar el interior y percatarse de lo que era aquel lugar no pudieron evitar el quedar completamente anonadados. 

Las luces parpadeantes los dejaban completamente ciegos, la música hacia vibrar todo a su alrededor, el piso temblaba como si estuviera anticipando alguna especie de estampida, el clima era caliente y se podía oler el sudor y el alcohol en el aire.

¡Había demasiadas personas!, Todos eran bailarines, era evidente por la forma en la que se movían tan perfectamente y tan descaradamente también. 

Había varias mesas en las que parejas hombres y mujeres, mujeres y mujeres, hombres y hombres, frotaban sus cuerpos con fuerza siguiendo en ritmo sensual de la música, algunos estaban con la ausencia de prendas de ropa, otros se tiraban alcohol en el cuerpo para luego beber de sus pieles, era un ambiente que desconcertada mucho a Taehyung y también le hacia erizar los bellos de la nuca y brazos.

Habían dos caños de Pole dance a los extremos de una camino alfombrado, allí algunos bailarinas hacían piruetas peligrosas acompañadas de movimientos un tanto obscenos, la barra estaba repleta de mujeres siguiendo una misma coreografía ante la mirada de un gran público que exigía cada vez más y más. El lugar era un erótico caos, miraran donde miraran había parejas pegadas a la pared tragándose literalmente.