Capítulo 39 (¿Es eso?)

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Taehyung estaba completamente triste, con el cabello todo mojado, goteando y recién cambiado, metía rápidamente un par de prendas y sus artículos de higiene personal en una mochila. Se movió con rapidez extrema, tomó su celular olvidado en la cocina y salió del departamento. Se colocó una gorra con visera negra y un par de anteojos para disimular su mal estado. salió del edificio y miró en todas direcciones, era como si estuviera esperando que algo lo detuviera, o mejor dicho, alguien, que apareciera y le dijera lo que él quería escuchar.


Se río irónicamente, se estaba burlando de él mismo, se sentía tan egoísta el querer que Jungkook le correspondiera a sus sentimientos cuando estaba con alguien más, y fue tan arrogante e imbécil al creer que podría robarse el novio de otra persona, todo estaba mal, definitivamente muy mal.




Jungkook por otro lado, después de las explicaciones a Suni, se quedó en el mismo lugar, esperando por Taehyung mientras practicaba una y otra vez una respuesta para él, pero los minutos se transformaron en horas y el Peliazul no aparecía. 


Los nervios ahora habían desaparecido, en su lugar ahora solo había preocupación. Buscó en sus bolsillos su celular pero al instante una maldición salió de su boca para acariciar el aire a su alrededor al recordar que lo había dejado en la habitación de Taehyung. No quería que nadie los interrumpiera en la noche, ni mucho menos en el resto de este día tan especial.

El Azabache no sabía que hacer, si esperar allí por él, o ir directamente hacía su departamento, talvez habría ido a buscar dinero o alguna otra cosa.




Taehyung ya estaba en la estación de trenes, esperando que el reloj avanzará más rápido y pudiera marcar el horario justo que figuraba en su boleto, pero lamentablemente tenía al menos dos horas más de espera. Realmente dudó demasiado, pero, al final decidió encender su celular.


 Miles y miles de mensajes aparecieron, a los cuales ignoró, y se fue directo hacia los videojuegos para intentar mantener su mente ocupada en otra cosa. ¡Pero no!, no pudo dejar de pensar en Jungkook.

Jamás pensó que podría pasar niveles tan rápido y llorar en vez de sonreír, pero todo su cuerpo estaba manifestando lo que sentía por dentro y por más que se esforzará no podía escaparle a la tristeza.


Y al fin su tren apareció, subió, se despojó de su disfraz y se acomodó lo mejor posible para tener una linda vista hacia la ventana, tendría varias horas de viaje por delante y ver el movimiento del paisaje siempre lograba relajarlo.


Miró la bandeja de mensajes y la lista de llamadas para ver si había alguna nueva o un mensaje de alguien a quien si leería, pero al no encontrar nada se desilusionó, lanzo una risa irónica, ocultando al menos por un momento el desastre que era su interior, pero fracaso, puso los auriculares en el aparato y en sus oídos y así comenzó a musicalizar sus nuevas lágrimas.



El exterior se veía totalmente diferente, todo lo que podía ver ahora eran valles y verde vegetación, Taehyung sabía que estaba cerca de llegar a su destino, miró el celular por centésima vez y no encontró ni mensaje ni llamada nueva, no pudo evitar pensar, "Es obvio, no le importo ni un poco", suspiró resignado y miró hacia el cielo que empezaba a oscurecer hasta que con el correr de las horas todo se puso brillante por la inmensa cantidad de estrellas pegadas a la fría capa azul oscura sobre su cabeza.

Invisible (kookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora