Capítulo 28 (Solo es cuestión de tiempo)

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El día no ayudaba en nada a Taehyung y a Jungkook, el cielo estaba completamente gris, todo cargado de nubes que amenazaban con dejar caer frías gotas de lluvia.


El Peliazul, estaba acostado sobre su cama en posición fetal abrazando su almohada con demasiada fuerza, en su cabeza se repetían una y otra vez todas las imágenes de lo que había sucedido con Jungkook hace unas horas atrás. El no quiso dejarlo solo en esa cama, le fue realmente muy difícil desprenderse de él, hasta lloró alrededor de una hora parado al lado, todavía desnudo mirando al Azabache mientras dormía profundamente. Incluso una vez estuvo vestido volvió unas 7 veces a darle el beso de despedida, de verdad no quería irse, pero tuvo que hacerlo de esa forma, en ese momento, antes de que Jungkook despertara y fuera mucho más difícil.



Al lado, en el departamento vecino, el Azabache se mantenía sentando en el sillón, con las rodillas en alto y los pies sobre el almohadón, una mano en la rodilla y la otra sobre sus labios que aún dolían de los fuerte que lo habían besado.


Esas imágenes servían para torturar, ese recuerdo, su cuerpo, su piel, la sensación tan maravillosa de estar con él y en él, esas imágenes que arrasaban con la poca cordura que le quedaba y no dejaban de correr como si fueran una película sin final, ¡todo seguía ahí!, y no querían abandonarlo por nada del mundo.


Todo habría sido tan perfecto, si no hubiese sido su vida, la vida de Jeon Jungkook, evidentemente estaba hecho para sufrir por Taehyung. Pero... ¿alguien o algo podía quitarle lo conseguido?, al menos había podido hacer el amor con él, besarlo, morderlo y hacerlo suyo con tantas ganas, desesperación y fuer...


Sus ojos brillosos al instante de paralizaron, un pensamiento llegó a su mente.


"Quizá lastime a Tae, fui demasiado brusco, ¿Y si le hice daño?, ¡No me lo perdonaría jamás!"


La puertas de entrada se abrió, rápidamente Jungkook reconoció esa inconfundible cabellera de color verde menta, aunque... de todos modos nadie más podría entrar así, era demasiado obvio.


Yoongi entró feliz, tarareando alguna canción seguramente compuesta por el mismo, ya que no parecía ser muy popular. Pero toda esa alegría que se cargaba en el cuerpo y alma se perdió al instante cuando vio el rostro de su amigo, el imaginaba que no lo iba a encontrar en buenas condiciones, solo no pensó en encontrarlo así, tan destruido.


—Veo que no te sirvió de mucho el tiempo a solas— Dijo mientras dejaba una mochila sobre la mesa y se sentaba en una de las sillas a su alrededor.


Jungkook suspiró profundo y se cruzó de brazos, luego bajo las rodillas y sus pies tocaron el suelo.


—¡Te equivocas!, me ayudo demasiado aunque el resultado final no fue positivo para mi— Habló sonando cansado y de hecho lo estaba y mucho.


Yoongi agachó la cabeza se frotó la frente con la mano izquierda.


—Entonces no te ayudo en nada — Volvió q decir el Pelimenta.


Jungkook se puso de pie listo para dirigirse a su habitación.

Invisible (kookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora