Invisible (kookV)

Capítulo 38 (La respuesta está a la vista)

Kim Taehyung se encontraba en su cama, con el cuerpo pesado sobre su costado desde la cabeza hasta la punta de los pies, mirando, solo mirando con los ojos empapados de esa preciosa imagen que tenía a su lado.

Suspiró profundo, su corazón se sentía tan lleno, ver a Jungkook dormido a su lado había sido la mejor forma de despertar, hasta había dejado enterrado muy en el fondo de su cuerpo todas esas molestias producidas por el alcohol, el Peliazul se quedó al menos una hora mirándolo y sonriendo cada vez que lo sentía respirar e inflar su pecho, lo que tenía en frente era un tipo de felicidad que no podía explicar y la sensación era tan Colosal que creía que definitivamente su cuerpo no podría contenerla mucho más por más tiempo. 

No quería por ningún motivo del mundo despertarlo por ello se movió despacio para acomodarse de la mejor forma posible, sin dejar de mirarlo, claro está, y aunque en ese momento se encontraba en paz, de pronto comenzó a sentirse un poco desanimado.

"¿Será que hicimos algo y no lo recuerdo?, no quiero perderme de nada nunca más, pero bebí tanto"

Esa sensación hermosa que le daba el azabache comenzó a mutar en incertidumbre, Taehyung no quería que su relación fuera de ese tipo en la cual dos personas se encuentran y dejan que sus cuerpos sacien una sed de deseo, ¡El querían ir más allá!, que si algo sucedía entre ellos, no fuera solo el acto del sexo desenfrenado y evidentemente el alcohol no ayudaba mucho en lo que Taehyung buscaba.

Pero el Peliazul había estado tan perdido en otras cosas que no notó que ambos aún estaban vestidos y con las mismas prendas que llevaban en la noche, lentamente levantó las frazadas y miró cada rincón de su cuerpo y lo vio todo inmaculado, solo un poco arrugada su camisa por el movimiento normal entre su cama y el sueño. Se sintió tan aliviado, pero sabía que eso no significaba mucho y no podía comprobar nada y aunque tampoco sentía el delicioso dolor característico que siempre lo acompañaba después de sus encuentros con Jungkook tampoco podía sentirse seguro, solo había una forma de saberlo.

Taehyung rodó como en cámara lenta por el colchón para salir de la cama, unas vez tuvo sus pies fuera se levantó con rapidez, se quejó en silencio por los síntomas de la resaca apareciendo y luego caminó hacia el baño lo más despacio posible para no hacer mucho ruido. Entró y cerró la puerta con sumo cuidado, rápidamente se desabrochó los pantalones y se los tiró hacia abajo junto a su ropa interior.

Miró por unos instantes pero no notó nada muy extraño, lentamente guió su mano hacia su espalda baja cerciorándose que no hubiera ningún tipo de dolor, cuando sintió que todo por esa zona era normal se aventuró un poco más y ... ¡No!, evidentemente él y Jungkook no habían cruzado el límite a diferencia de las veces anteriores.

Salió del baño mucho más aliviado, se volvió hacia la cama y su mente se llenó nuevamente de él, tener así al azabache era una experiencia maravillosa, y no quería que esto terminará cuando Jungkook se despertará, Taehyung sabía mejor que nadie que está era una oportunidad para intentar conquistar a ese hombre tan hermoso y especial.

¡Ya estaba decidido!, el Peliazul haría uso de todos sus encantos para enamorarlo, y que mejor manera de empezar que preparando un rico desayuno para su sexy visita.