Día 2: Prueba.
AU: Yor y Loid se casaron de verdad, ella tiene 26 y él tiene 28, decidieron adoptar a un niño después de un año de casados, Anya tiene 2 años. Ni Loid ni Yor son asesinos ni espías. Loid es psiquiatra y Yor trabaja en el ayuntamiento.
Yor se encontraba sentada en la sala de espera consolándose a sí misma, acariciando sus hombros que se sentían fríos, evitando mostrarse muy asustada o estresada mientras esperaba a Loid.
Anya había trepado el corral que tenían para ella con juguetes saliéndose de su lugar mientras Yor cocinaba para ella, lo que sucedió después fue que escuchó a Anya llorar fuerte, Yor corrió a donde provenía el sonido y se dio cuenta que su hija había intentado trepar el mueble del televisor y se cayó. Inmediatamente tomó a Anya en sus brazos y la llevó al hospital, en el camino llamó a Loid demasiado asustada como para hacer todo esto sola. Loid salió del hospital en el que trabajaba para ir al que estaba más cerca a su casa y encontró a su esposa sentada en la sala de espera.
—Yor, ¿qué pasó? —inmediatamente se quitó el abrigo y lo puso en los hombros de Yor.
—Anya.... Ella trepó ¿sí? Yo no la vi salir del corral... Yo no la vi Loid, lo juro —subió su rostro a él y comenzaron las lágrimas a rodar por sus mejillas.
—Está bien, tranquila, respira mi amor...Tomó asiento en la silla vacía que estaba al lado de ella, abrazó a Yor con un brazo por los hombros pegando a Yor a su pecho, finalmente ella se rompió en llanto la mujer que ama en ese abrazo. La mujer de cabello oscuro cerró los ojos con fuerza, lanzando lágrimas desesperadas.
La agencia de adopción, les dio la custodia temporal de Anya, necesitaba saber cómo eran ellos con una niña, por lo que está era su prueba con ella, de esto dependía si ellos la tenían o no.
Ambos deseaban tanto tener a Anya, desde que la vieron se enamoraron de esos ojos verdes y grandes, de su cabello rosado y corto hasta los hombros. Le gustaba tanto cuando Loid traía a Anya a la cama y la veían dormir, le enternecía la manera con la que jugaba con Loid, como ella abrazaba a Yor. Apenas había estado con ellos dos semanas y ya estaban aferrados a Anya.
—Loid, no la vi... Juro que no la vi, no quiero perderla, dime qué por favor ella estará bien... —chilló aferrándose a Loid.
—Shh, tranquila. Sé que ella estará bien, tú eres la que me preocupa. Mírame —pidió subiendo su rostro para verse a los ojos.
—Lo siento... si nos quedamos sin Anya será mi culpa —no pudo sostenerle la mirada a su esposo y bajó la vista a sus manos unidas en su regazo.
—Hey, no pienses en eso por ahora, sólo esperemos por noticias de Anya.Acarició su hombro y besó la sien de su esposa una y otra vez en un intento de calmarla, verla así le causaba impotencia. Ella únicamente podía llorar, apretó la mano de Loid, sollozó dolorosamente y se quejó de dolor en el pecho. Pasaron unos momentos insoportables minutos en los que el llanto de ella no disminuyó.
—¿Yor Forger? —preguntó un doctor en la puerta de la sala de espera.
—¿Cómo está ella? —preguntó inmediatamente Yor levantándose de su lugar sosteniendo el abrigo de su esposo sobre sus hombros.
—Está bien, apenas tiene un leve golpe en la cabeza. Le deben aplicar una bolsa de hielo y no la dejen dormir hasta que sea su hora en la noche. Le hicimos tomografías y no presenta daño interno.Loid notó el comportamiento nervioso y ansioso de Yor, sus manos jugando debajo de su abrigo, moviendo su pie haciendo un ruido contra el piso. Rodeó a Yor con un brazo por la cintura pegando a su cuerpo, quien casi se derrite en su agarre. Apoyó la mejilla en su pecho sintiendo la protección que él le brindaba.
—¿Podemos verla? —preguntó Loid sabiendo que eso quería pedir su esposa.
—Sí, claro... Síganme.Loid buscó su mano y entrelazó los dedos, se puso delante de ella y caminó siguiendo al doctor por los pasillos hasta llegar a la habitación de consulta de su pediatra. Anya se encontraba sobre la camilla jugando con un peluche y a lado la trabajadora social. Primero tembló con su presencia, pero Loid se acercó a la trabajadora social para hablar mientras que Yor indaga si podía cargar a Anya y el doctor asintió con la cabeza dejándolos solos en la habitación.
—Mi niña—dijo la mujer a la niña.
Yor limpio su rostro con las mangas del abrigo de Loid y luego la cargó en sus brazos sonriendo ampliamente y volviendo a llorar de felicidad y tranquilidad ahora.
—Mami —dijo la pequeña ahuecando las mejillas de Yor.
—Nena, lo siento mucho... ¿estás bien? —ordenó su cabello rosado con los dedos suavemente viendo el moretón hinchado en la parte superior de su cabeza al lado derecho.Cerró los ojos dejando que suavemente sus frentes se tocaran. El corazón de Yor se encontraba más relajado que antes, saber que ella no necesitaría nada más que una compresa de hielo la mantenía relajada.
—Anya sólo se cayó unos centímetros, ella estará bien —la trabajadora social habló señalando a la niña que solo jugaba con el cabello de Yor.
—Lo siento, lo siento Anya —lloró Yor de nuevo.
—Podemos hablar afuera si gusta —dijo Loid ahora un poco nervioso.
—No está bien. Ustedes dos pueden quedarse con Anya. Los iba a llamar está mañana para avisarles que se quedarán con ella, pero tuve una reunión de imprevisto.Yor abrió los ojos escuchando las palabras de la trabajadora social, abrazó a Anya con un brazo manteniéndola cerca de ella, Anya se metió a la boca el cabello de Yor.
—¿En serio? Pero yo...
—Los niños son traviesos, y actuaste bien. La llevaste al hospital sólo por un moretón asegurándose de que ella recibiera buena atención, serás una buena madre.Loid se acercó emocionado a su esposa abrazándola con un brazo por su cintura y la contra acarició la mejilla de su hija ahora, la niña soltó el cabello de su madre y quiso jugar con la mano grande de su padre.
—Te dije que todo estaría bien mi amor, bienvenida a la familia Anya.
Movió su mano sobre la cabeza de Anya quien rió por los movimientos de él despeinando su cabello rosado. Yor apoyó su cabeza en el hombro de su esposo, respiró su aroma y cargó a Anya con sus dos brazos otra vez nerviosa de que ella se cayera nuevamente.
—Lo hicimos bien, tenemos una hermosa niña —comentó el rubio.
—Te cuidaré... Lo prometo mi niña hermosa —Yor dejó un beso en la mejilla de su marido y luego volvió a su niña....
Después de firmar unos documentos y recibir el certificado de que oficialmente esa niña era su hija finalmente se fueron del hospital en el auto de ellos. Yor atrás con Anya sólo para protegerla en caso de un accidente o cualquier frenada inesperada. No confiaba en el cinturón de seguridad como confiaba en sus brazos fuertes y su amor por ella y por Loid.
El hombre vio a sus chicas por el retrovisor del auto, Yor jugaba con la niña, ella con el peluche que le dieron en el hospital y la niña con su juguete. Para Loid no había nada más hermoso que ver a su Yor con esa sonrisa amplia en el rostro, sus ojos con un brillo especial observando a su hija. Se sentía tan abrumado por la felicidad que llenaba su pecho, nunca creyó que tendría la familia que ahora tendría, la bella esposa y sobre todo cálida, aquella niña que era tan tierna.
—Te amo Yor —hablo Loid y sonriendo cuando vio que sus mejillas tomaron un color rosa.
—También te amo Loid... Dile a papá que lo amas —Yor sonrió pidiéndole a la niña que dijera aquello.
—Papá —dijo la pequeña logrando que Yor la sacudiera un poco—. Te quiero.Ocasionó que Yor la cargará nuevamente y la abrazará enterrando su nariz en su cabello rosa que olía a shampo de bebé. Emocionada porque su hija le dijera eso a su esposo y muy feliz de tenerla cerca de ellos.
—Te amo Anya —dijo el rubio moviendo su mano de la caja de cambios a la manito de la pequeña.
—Te amamos Anya... —confirmó Yor al borde de las lágrimas.
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One Shots Twiyor.
FanfictionYor se enamoró primero, pero Loid se enamoró mucho más fuerte de ella. Twiyor Week 2022 primera y segunda edición.