One Shots Twiyor.

Mi hogar son ustedes.

Continuación de Pesadilla.

Día 6 Familia.

Yor se acercó por la espalda a Loid, abrazó su cuerpo enterrando el rostro en el hombro de su esposo conteniendo las lágrimas.

—¿Estás bien mi amor? —susurró él agarrando las manos de su esposa que estaban en su abdomen.
—¿Anya estará bien? ... me siento mal por no poder estar con ella —sollozó.
—Ella va a está bien. Además, tú no puedes arriesgarte, ni al bebé. Déjame encargarme de esto, visitó a Anya todos los días y cuido de ti también... todo va a salir bien, mi amor —susurró Loid ladeando la cabeza para besar la cabeza de Yor.
—Yo solo quiero ver a mi niña —chilló ella apretando un poco más a Loid.

Anya contrajo viruela en la escuela. Yor no podía cuidarla por estar embarazada y eso la lastimaba emocionalmente, han estado juntas todo el tiempo después de su accidente, se unieron más. Y no poder estar con ella era doloroso, especialmente porque ella estaba enferma. Sus ojos lloraron, hace por lo menos tres días que no la veía y para ella se sentían eternas. Estar separadas solo le recordaba al accidente que vivieron como también la hacía sentir menos como madre.

—Yor, mi amor. Anya está bien, cuidan bien de ella en el hospital, además ella te hizo un dibujo.
—¿Puedo verlo? —preguntó un poco emocionada.
—No me dejaron sacarlo de su habitación —Yor apretó los ojos lanzando lágrimas por sus mejillas mojando la ropa de su esposo.

Las emociones la golpeaban como un tren, todo se sentía más intenso, todo parecía más grave de lo que en verdad era, Anya estaba bien, había empeorado hace tres días fue cuando la llevaron al hospital, sus heridas se estaban infectando por lo que la internaron para controlar que no se rascará y mejorará. A Yor la vacunaron contra la varicela, le hicieron pruebas y ella no estaba contagiada, para su suerte, Loid ya había contraído está enfermedad antes por lo que él se encargaba de Anya, poner en riesgo a Yor por su estado era todo lo que él no iba a permitir, no mientras él esté ahí con ellas, por lo tanto Loid tenía que desinfectarse antes de tocar o saludar a Yor, habían superado los meses más riesgosos de sufrir un aborto espontáneo, ahora estaba en la última semana del cuarto mes de embarazo, si ella lo contraía el bebé podría salir afectado. Por lo que Loid tenía que cuidar a los tres.

—Yor, ¿tú te sientes bien? ¿no te duele nada? ¿no tienes fiebre o marcas en la piel? —abrió los brazos de Yor para darse la vuelta y verla de frente.

Yor despegó su rostro de su hombro subiendo sus ojos tristes a los ojos azules y preocupados de su esposo, él le puso la mano en la frente buscando síntomas, pero no encontró ninguno. Aún podía presentar síntomas y si eso sucedía tenía que llevarla inmediatamente al hospital.

—Estoy bien, Loid, sólo estoy triste por Anya —Yor se limpió las mejillas intentando dejar esto atrás, pero el pecho le dolía por lo que sentía.
—Anya estará bien, yo la cuido —dijo seguro ahuecando ambas mejillas y acariciando su piel con los pulgares limpiando sus lágrimas.
—No estoy acostumbrada a no estar con Anya en las tardes, ella se acurruca junto a mí y le habla a su hermano... extraño a mi bebé —sollozó.
—Sabes algo, ella me dijo lo mismo. Que extraña a su mamá, que extraña acurrucarse con su mamá mientras le acaricias la cabeza. ¿Sabes qué fue lo que hice? —preguntó.
—No... —volvió a llorar por las palabras que le dijo imaginando a su hija igual de triste que ella.
—Hice lo que harías tú, así que ve a la cama, te abrazaré hasta que te duermas y luego toda la noche hasta que despiertes...
—¿No tienes que volver con Anya? —sonó preocupada, ocasionó que el corazón de Loid doliera por la presión.

Tiro de ella suavemente en un abrazo firme, con las manos sujetando sus hombros delgados. La mujer apoyó su mejilla en el hombro de Loid con el rostro enterrado en su cuello.