One Shots Twiyor.

Layra.

Yor estaba en la sala de estar con Loid, él recién había descubierto el truco de ayudar a Yor un poco con el peso de su bebé y con el dolor de su espalda, se acomodaba atrás de ella y ponía ambas manos debajo de su vientre y lo eleva un poco para brindarle comodidad, estuvieron haciendo eso un par de veces, Yor le gustaba que él tuviera esa idea y momentáneamente descansaba un poco. Pero esa mañana las contracciones comenzaron, cada vez más intensas y duraderas hasta que se le rompió la fuente mientras caminaba por el departamento.

Inmediatamente su esposo tomó la maleta que prepararon para Yor con ropa para el bebé, documentos entre otras cosas. Cargó a su esposa estilo nupcial hasta el auto, la dejo en los asuntos traseros acostada y le puso el cinturón indicando que respirara y que no pujará hasta que la revisaran. Ella gritaba y lloraba de dolor, le suplicaba a Layra que fuera buena con ella. En cuanto llegaron al hospital la llevaron a la sala de partos, Yor pidió la epidural, la acomodaron cuando estuvo lo suficientemente dilatada como para pujar, Loid se posicionó detrás de Yor para ayudar a pujar. En realidad, sólo tenían las manos entrelazadas mientras ella pujaba a su bebé.

Fueron los minutos más largos para Yor, incluso llegó a pensar que su bebé nunca saldría y que tendrían que abrirla, sin embargo después de una hora de pujar su bebé salió a la luz, la mujer sintió un gran alivio cuando eso sucedió, se desarmó en el pecho de Loid con la respiración agitada y las lágrimas brotando de sus ojos.

Mientras Loid limpiaba el sudor de Yor con un paño húmedo, las enfermeras pusieron al bebé en el pecho de Yor, ambos padres abrieron sus ojos ampliamente, las lágrimas se formaron en ambos.

—Es tan pequeña —agregó Yor y la envolvió con sus manos acunando a Layra con cuidado.
—Hola pequeña princesa —Loid abrazó a su esposa con cuidado mientras que la otra mano acarició suavemente la cabeza de Layra.
—Puedes darle de comer, el primer contacto con la madre es importante, después tendré que llevarla para una revisión en general —informó la enfermera.

Fue cuando su bebé lloró por primera vez, sus brazos y piernas se movieron sin ningún patrón en específico, ambos padres sonrieron. Sus pulmones eran fuertes y se notaba que tenía fuerza como su madre.

—Está bien pequeña Layra —susurró Yor.

Loid pasó un brazo por el cuerpo de su esposa hasta que su antebrazo la ayudará con el peso del bebé, ella se destapó el pecho un poco avergonzada de que la vieran, movió la cabeza de Layra para que quedara junto a su pecho, la bebé busco el contacto con su madre y cuando lo encontró succiona e incluso la agarro.

—Mi pequeña princesa... Loid mira, ella está alimentándose de mí —su esposa giró la vista para verlo a los ojos.
—Esta hermosa la vida que creaste Yor...

El rostro de su esposa era alegría pura, sus ojos brillaban más que nunca por las lágrimas, pero ahora eran de felicidad, sus labios curvados en una amplia sonrisa mientras veían a su bebé comer. Yor nunca había creído que ella pasaría por esto, por un embarazo, ver crecer a un bebé desde cero. Pero ahora era madre de dos niñas y eso la hacía sentir muy feliz. Loid plantó un beso en su sien izquierda, él igual se encontraba feliz de que estuviera aquí con su esposa, con su familia y que estuvieran bien todas sus chicas.

Ella se apoyó en él completamente, cerró los ojos y dejó que ambos la envolvieron en un lugar tranquilo y pacífico. Tener a su bebé en sus brazos era lo único que ella había soñado las últimas semanas, su esposo le dejó un par de besos en la mejilla y en la sien sujetando ambos a su bebé.

Tenía la piel de Yor, así de clara, su cabello era oscuro y espeso como el de Yor, ambos querían que abriera los ojos y poder ver los mismos, Yor apostaba porque eran del color azul como los de su esposo, pero a Loid no le importaba si ella tuviera los ojos de su madre y fuera una versión mini de Yor.