One Shots Twiyor.

Volví para quedarme.

Día 7: Final de la misión.

Sabía lo que pasaría al final de la misión. Que dejaría de ver a ambas, que sólo podría seguirles el paso muy por lo bajo, pero que ellas tendrían que sufrir la pérdida de Loid. Y ahora, eso sonaba imposible hacerlo. Sabía que no debía encariñarse con ninguna de las dos, como lo dijo Franky. Pero aquello era imposible de hacer.

Las travesuras de Anya, sus ocurrencias o nuevas aventuras, lo divertida y caótica que es ella hizo que él se encariñara de ella como si fuera su propia hija, él hombre que nunca quiso tener hijos, estaba dándolo todo por una niña.

Luego estaba Yor, con quién al inicio lo mantuvieron todo de lejos, sin mucho contacto, solamente compartiendo departamento con una niña. Sin embargo, también fue imposible no fijarse en ella. Yor había aprendido a cocinar simplemente para ayudar a Loid con el trabajo, se llevaba tan bien con una niña que no era suya y que trataba como si ella misma la hubiera dado a luz. Se enamoró de Yor, por primera vez en sus misiones se había enamorado, y sabía que ella también, no era muy difícil de descifrar. Y cometió lo que nunca debió hacer. Besarla, consolarla, intimar, dormir juntos y pasar tiempo como una pareja real. Cayeron en lo que cualquiera que fingiera estar enamorado de alguien puede caer. Enamorarse de verdad.

Para su mala suerte, el tiempo de la misión se acabó, la paz fue recuperada entre este y oeste. Sabía que les dejaría el departamento, nunca tendrían que sufrir por dinero o comida. Estarían bien... pero ¿qué tan bien podrían estar cuando él fingiera su muerte? ¿qué tan felices podrían ser cuando solo queden tres de cuatro? ¿cómo podría él vivir con ellas aparte y él haciendo su vida sabiendo que ellas ahora eran su nueva vida? Había empezado a creer, que él las necesitaba más de lo que ellas a él.

Y era cierto. Sabía que ellas saldrían adelante, ambas eran fuertes y se tendrían una a la otra además de tener a Bond. En cambio él, nunca más podría tener una familia, aparte de no querer a nadie más y todo el tiempo estaría tras ellas sabiendo lo que dejó atrás. No quería, no podía, pero debía.

Hace una semana había terminado la misión con la paz entre este y oeste, ahora sólo quedaba que Loid muriera y Twilight volviera a sus operaciones cotidianas o normales. Les dijo a ellas que viajaría, que iría por trabajo una semana, sin embargo, Anya sabía lo que pasaría, no pudo decirle a su mamá, a su madre enamorada de su padre que nunca más lo vería. Yor vio a ella decaída, tan inocente, Yor le dijo a ella que solo sería una semana, que pronto lo volverían a ver y que por el momento, serían madre e hija solas. Anya sabía la verdad y no podía hacer nada. Aquella noche del viernes, abrazó a su padre por unos largos minutos, llorando en su pecho mientras él solo acariciaba su cabello. Cómplices de lo que le haría él a Yor.

Esa noche, Yor y Loid se quedaron despiertos amándose hasta altas horas de la madrugada, simplemente siendo los dos. El hombre rubio quería llorar en los brazos de Yor. Saber que no la volvería a tocar, a sentir o a besar lo estaba consumiendo. Pero ver a Yor dormir a su lado, hizo que por ese momento, no se sintiera tan mal, la acogió entre sus brazos, apoyada contra su pecho con los brazos a cada costado de su cuerpo, él la abrazó besando repetidas veces su cabeza sin poder dormir. Hasta que llegó la mañana siguiente.

Yor insistió en acompañarlo hasta el aeropuerto, Anya y Loid todo el viaje estuvieron con el ánimo en el piso, Yor intentó aliviar la tensión entre ellos pero no fue posible. Antes de que se fuera Loid bajó al nivel de Anya mirándola dulcemente.

—Vas a protegerla, mientras yo no esté ¿De acuerdo? —pensó en su mente sabiendo que ella le leyó la mente.

Anya abrió los ojos ampliamente y se acercó a él agarrándolo de la ropa.

—Lo sabías —dijo ella sorprendida.
—¿Qué tengo a la niña más lista del mundo? —dijo en voz alta, pero en su mente dijo.

—Lo sé apenas hace unos días. No estoy enfadado y no me estoy alejando de ustedes solamente por eso. ¿Bien? Protege a tu mamá, ella seguro te necesitará.