No haré esto.

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Día 4: Nostalgia.

Donde Yor y Twilight se casaron un año después de su matrimonio falso, y unos meses después Twilight le dijo la verdad a Yor y ella también, ocasionando que ellos tengan problemas en su matrimonio por confianza el uno en el otro.

Tanto Twilight como Yor, estaban con el estado de ánimo por el piso. Yor tenía el borde de los ojos rojos y los labios en una línea mirando sus manos vacías ahora sin anillo de bodas, la simple vista la dejaba con un vacío en el pecho, mientras que Twilight veía a Yor, sentada frente a él con la cabeza gacha y vistiendo ropa negra. Verla en ese estado lo ponía tan mal. No quería saber cómo estaría Anya con todo esto.

Ambos sentados frente a frente con sus abogados a cada lado de uno y los papeles del divorcio delante de ellos, sólo faltaba un paso para que oficialmente estén separados. La firma de cada uno de ellos en el papel.
Algo tan simple que ninguno pudo hacer, quedándose con la pluma en la mano pensando si realmente esto es lo que querían.

Habían estado peleando tanto que al inicio este parecía el único camino que les quedaba. Para Twilight, le informaron que ya no era necesario tener una esposa para la misión, muy aparte de aquello, él haría lo que sea para dejar de ver lágrimas en los ojos de ella y Yor sentía que no podía confiar en él.

Para Yor, cada palabra de aliento, de amor o de consuelo vino de Loid. Su primera vez fue con él, la mayoría de sus primeras veces fue con él. Besos, abrazos, intimidad, compartir cama entre otras actividades. Para cuando se enteró que era Twilight en verdad y que al inicio esto era una mentira, ella perdió la confianza en sí misma y en los demás. No sabía cuál de sus palabras eran verdad o no. Y de ahí empezaron los problemas. Cada que la tocaba se preguntaba si lo estaba haciendo por la misión o por ella, cada palabra o regalo se cuestionaba. Y aunque ella sabía que al inicio todo esto fue una farsa, todas sus palabras eran verdad. Ella los usó los primeros meses para tapar su trabajo de asesina. Pero se enamoró en verdad de él. Por lo que nunca le mintió sobre sus sentimientos. O sus verdaderas intenciones con él.
Ella sentía que todo lo que él dijo era solo lo había dicho o hecho por la misión. No por ella, no por Anya. Por una misión. Y eso dolía tanto en su pecho.

Twilight en cambio, tenía sospechas de ella. Su fuerza descontrolada o sus conocimientos extraños que a las cuales a veces no tenía buenas explicaciones eran indicios de que ella era asesina. Sin embargo, él aceptó sus manos manchadas de sangre. Lo que dolía fue la reacción de su esposa y de ahí en adelante su desconfianza. Él confiaba en ella, pero ella no. Y por más que intento mantener su matrimonio de esa manera no fue lo mejor. No era bueno para Anya, ni para Yor y tampoco para él.

Discutieron los términos del divorcio en un mes, mes que Twilight dormía fuera de su departamento. Entre ella y él se intercambiaban a Anya los fines de semana y entre semana la niña sólo se quedaba con su esposa y él les dejaba comida. Aquello ya no se sentía como un matrimonio, por lo cual hablaron de los términos del divorcio; Yor se iría a vivir a su antiguo departamento con Anya y Twilight se quedaría con un departamento vacío y solitario. Incluso sin Bond. Tendrían horarios para Anya y cada uno pagaría el colegio de Anya.

Estaban a un paso de estar separados, a la vuelta de la esquina, pero ni ella ni él podían firmar. Quedándose con los ojos clavados en la palabra divorcio.
Una palabra tan sencilla, pero que dolía como una piedra en el pecho, una pesada y puntiaguda. Yor no quería llorar, las últimas noches eso era lo único que hacía. Anya a veces entraba con ella y se quedaban dormidas ambas, y al día siguiente se levantaba igual de cansada y triste.
Twilight sentía que le sacaban el corazón del pecho con las manos, lo estrujaba fuera de su pecho, lo pisaban y luego se lo devuelven.

El rubio fue el primero en levantar la vista a Yor, quien soltó la pluma tapándose el rostro con las manos.

Yor recordó la primera vez que la llamó bonita en la tintorería, cuando le levantó el ánimo después de la visita de su hermano, como le levantó el ánimo cuando Fiona fue a su departamento a intentar reemplazarla. Su primer beso, la primera noche juntos en su cama. Cómo él la abrazaba hasta quedarse dormida, como despertaba en sus brazos con las caricias suaves en su cabello y sus suaves besos, la noche de su cumpleaños o esa misma mañana cuando le dieron desayuno en la cama, su regalo del día de las madres. Su primera cita real. Sintiéndose abrumada con todo lo que pasó logró negar con la cabeza intentando sacarse esos sentimientos del pecho, los pensamientos de la cabeza y las lágrimas de los ojos. Sin embargo lo único que logró fue sollozar y comenzar a temblar.

One Shots Twiyor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora