One Shots Twiyor.

El bebé está bien justo debajo de tu corazón.

Día 3: Abrazos.

Seis meses después de que adoptaron a Anya, la familia supo que Yor estaba embarazada. Lo cual fue una sorpresa para ellos: adoptaron a Anya no porque ellos no pudieran tener uno propio o no quisieran. Si no que, ambos querían adoptar a un bebé y poder darle la vida que merecía a uno de ellos. Sin embargo, tanto Loid como Yor están muy entusiasmados con el embarazo.

El embarazo tuvo complicaciones. Yor sufrió de insuficiencia de hierro a los tres meses de su embarazo, no porque no comiera, Loid se encargó de que ella comiera lo suficiente para sí misma y para el bebé; verduras, carne, todo planeado para ella, sin embargo, Yor lo vomitaba todo lo que comía, no podía retener la comida más de unas horas. Su obstetra le dio baja médica para los siguientes seis meses, hasta que terminara de desarrollar el bebé. Descanso, sin estrés, comida perfectamente equilibrada entre nutrientes y vitaminas, control del embarazo cada mes y si sentía algo raro o extraño tenía que ir inmediatamente al hospital.

Por lo que a Loid le dieron permiso en su trabajo a cuenta de vacaciones. Anya aún era una bebé que recién había cumplido los tres años añadiendo a aquello su esposa embarazada que no debía hacer esfuerzos ni estresarse, lo que significó que hasta que naciera el bebé, Loid estaría en casa con ellas todo el día.

A pesar de las dificultades, estaban disfrutando de su familia que se estaba ampliando. Durante las mañanas, Loid dejaba dormir a Yor y ocuparse por su cuenta de Anya y cocinar para todos, despertaba a Yor alrededor de las diez de la mañana y le daba a Anya para que jugarán en su cama mientras él terminaba de preparar el almuerzo. Los días eran tranquilos la mayoría del tiempo.

Las hormonas de Yor estaban descontroladas, causaba que estuviera muy feliz un día y al otro día lloraba de lo que Loid no dejaba cargar a Anya, de que no la dejaba ayudar con las tareas del hogar. Sin embargo, Loid era muy paciente con ella, la consolaba cada que lo necesitaba intentando mantenerla feliz. El bebé se estaba desarrollando con normalidad, Yor aún tenía riesgos de sufrir preeclampsia así que aún continuaron con su rutina.

Ahora Yor tenía seis meses de embarazo, es más dormilona de lo que era antes, Loid la dejaba dormir mientras ella estuviera acostada de lado apoyada en una almohada y su vientre abultado también, el bebé era más activo, siempre se movía y lograba que Yor se despertara y llamara a su esposo para sentir sus movimientos.

Pero esta vez, Yor se despertó extrañada, las horas que había dormido ya no eran las que solía dormir y el bebé en su interior ya no lo sintió moverse, estaba quieto. Tapó su boca con ambas manos evitando sollozar o entrar en pánico. Le habló un poco más fuerte para que reaccionara ante la voz de su madre o sus caricias suaves sobre su vientre pero él no contestaba. Entonces el miedo se apoderó de ella, su corazón se hizo una bola en su pecho y las lágrimas corrían por sus ojos, el nudo en la garganta le provocaba dolor en la cabeza.

Ella juraba que su bebé se movía antes, estaba completamente segura de que ella lo lastimó al dormir, al moverse, no tenía control sobre sus movimientos cuando no tenía a Loid a su lado. Ya sin molestar al bebé, tapó sus ojos y boca con las manos llorando lo más silenciosamente que podía para no alarmar a Loid. Se encontraba muy asustada, no quería moverse para llamar a Loid. Le asustaba tanto la idea de moverse y lastimarlo más, no se creía capaz de gritar y pedir ayuda. Estaba aterrada.

Loid también se extrañó, por lo que tomó a Anya entre sus brazos y entró a la habitación. Encontró a su esposa dándole la espalda con las manos en su rostro cubriendo sus expresiones, con cuidado se acercó a ella y dejó a Anya en la cama para que se acercara a su madre, la bebé le tocó el hombro y Yor se estremeció.

—Yor, mi amor... ¿pasa algo? —preguntó, lentamente acomodó a Yor para que estuviera recostada de lado está vez mirándolos.

Loid la vio completamente asustada, el rostro mojado y los ojos llorosos, sus labios fruncidos, Yor se tapó la cara nuevamente al ver a Anya a su lado.