One Shots Twiyor.

Por favor, miénteme.

Twilight descubrió que su hermosa esposa es asesina.

Sabe que los enemigos de los espías son los asesinos. Pero Loid y Yor no son enemigos. Sin embargo, él es Twilight. Así que, si WISE supiera la verdad él tendría que matar a su esposa.

Por el bien de su familia y de todos los demás, incluso por el bien de la paz está haciendo esto. Alejar a su esposa falsa por la cual tiene verdaderos sentimientos.

Proteger a sus chicas es lo principal que ahora lo define. Porque no tiene nada más preciado que las dos chicas que le devolvieron la capacidad de sentir. Ambas son su tesoro más preciado, desde hace un tiempo ya.

Así que abortar la operación Strix es lo único sano que existe para ellos. Antes de que Thorn Princess se entere que su esposo es un espía que mintió todo este tiempo.

Le pidió a Franky que alejara a Anya y a Bond ese día. Extrañamente, ninguno de los dos hizo fácil las cosas, como si supiera que él lastimaría a Yor hoy.

Aun así, él quería justificarse con eso. Para no lastimarlas más adelante, porque puede que esto pueda ocultarlo, evitar que WISE toque a su esposa... Pero cuando termine la misión, entonces todo se derrumbaría. Mandaría a matar a Yor, Anya volvería al orfanato y él ni siquiera podría volver a mirarse al espejo. La decisión estaba tomada. Dejarlas.

Porque en verdad no existe ninguna otra opción. Son enemigos por naturaleza. Además, lo que pasó entre ellos nunca debió suceder. Porque todo era una fachada, no era su hija, no era su esposa. No era real.

Después de un berrinche, ella se fue en los brazos de Franky, en lágrimas. Y desde ese momento, el asco por sí mismo se intensificó. Porque él hizo que se encontrarán, él hizo que Anya, Yor y él tuvieran un año de felicidad. Él formó esto y estaba a punto de destruirlo.

Se sentó en el sofá a esperarla.

Yor llegó unas horas después.

—Estoy en casa —saludó Yor con normalidad.

Pero ni Bond ni Anya corrieron a ella a saludarla lo que hizo que ella se extrañara por la ausencia de ruido en el apartamento. Se fijó la hora y no era tan tarde. Entró al departamento hasta que se encontró con Loid en el sillón. Su sonrisa se formó en su rostro.

—Anya salió con Franky a dar un paseo a Bond —explicó él.
—Buenas noches, Loid... —sonrió ampliamente acercándose a él para besarlo, pero él se apartó.

Algo que hizo que el corazón de Yor le doliera con fuerza.

—¿Qué pasa? —preguntó ella un poco decaída por la reciente actitud de Loid.

En la mañana todo estuvo bien, pero ahora... Sus ojos azules no tenían expresión, sus manos jugaban entre ellas nerviosamente. Yor dejó su bolso en el sillón y se quitó el abrigo.

—Loid... —llamó intentando poner las manos en sus mejillas.
—Me voy a ir —dijo apartando el rostro de sus manos.
—¿Por cuánto tiempo? —bajó las manos e hizo de cuenta que no pasó nada.
—Para siempre.... Yo no te amo, Yor —expulsó con veneno asegurando que esto doliera.

El corazón de Yor sufrió un golpe, ella no supo cómo reaccionar. Las palabras no pasaban de su corazón, clavadas como una estaca con veneno en la punta.

—¿Qué? —preguntó confundida.
—Te mentí... Porque es lo que suelo hacer siempre. Anya no es mi hija... No estuve casado antes, use a una niña y a ti... Así que, así como fingí todo eso, fingí amarte...

Quería decir más cosas hirientes para que ella le creyera, pero cree que eso la lastimó lo suficiente. Sus ojos rojos se volvieron vidriosos, sus labios se quedaron ligeramente separados y la vista clavada en él.