One Shots Twiyor.

Pesadilla.

Día 1 Doméstico.

Yor se despertó de un brinco que dio sobre la cama, sintiendo las lágrimas en las mejillas, el corazón acelerado en su pecho y las extremidades temblorosas, en ese preciso instante no recordaba porque estaba en ese estado, pero seguramente fue una pesadilla que la atormentó. Yor no recordaba sus sueños la mayoría del tiempo, pero cuando los recordaba deseaba no hacerlo.
Sus pesadillas incrementaron después del accidente, algunas veces se despertaba Loid y la abrazaba hasta que se volviera a dormir, pero hoy no era uno de esos días.

Estuvo a punto de volver a acostarse para dormir, pero recordó una imagen de su pesadilla; Anya en el piso con sangre por el cuerpo y el auto destrozado a su detrás. Se le estremeció el cuerpo, sin pensarlo dos veces, se levantó de la cama rápidamente y se dirigió a la habitación de Anya, justo al lado de la suya, abrió la puerta con cuidado encontrándose con Bond en su cama y la niña durmiendo tranquilamente. Su frente se apoyó contra el marco de la puerta, suspiró de alivio. Una mano fue a su vientre asegurándose que su otro bebé estuviera bien.

Ellos están bien... ¿cuándo fue que me convertí en madre verdadera?

—Ya estoy aquí para protegerte ¿sí? Los voy a proteger a los dos de cualquier cosa ¿Sí? —se acercó a ella, cubrió su cuerpo bien con las mantas, acomodó sus peluches y luego se la encargó a Bond. Cerró la puerta detrás de ella.

Un largo suspiro salió de sus labios, apoyó la espalda contra la puerta y se sostuvo la cabeza con las manos.
Antes no había comprendido porque las madres se preocupaban tanto por sus hijos, no creía que ese amor pudiera ser tan potente. Ahora tampoco podía comprender a los padres que adoptan y no pueden amar a ellos como a sus propios hijos. Yor amaba a esa niña, y solo se casó con Loid por apariencia.

—Yor... ¿qué haces en la puerta de Anya? —preguntó Loid desde la puerta de su habitación.
—Loid... yo sólo quería ver cómo estaba ella. Lo siento, no quería despertarte —dijo apenada.

Loid negó con la cabeza. Twilight tampoco había querido encariñarse con Anya, pero, era imposible resistirse a un niño, a Anya, también fue imposible enamorarse de Yor, y ahora que esperaban un hijo estaba seguro que nunca más los volvería a dejar.

—No tienes porqué disculparte. ¿Estás bien? ¿Son náuseas otra vez o calor?
—No... fue una pesadilla —apretó los labios
—Supongo que involucraba a Anya y a este bebé —se acercó a Yor besando su sien y poniendo una mano en su vientre de tres meses de embarazo.

Ella abrió los ojos y los labios sorprendida de escuchar aquellas palabras. Había creído en múltiples ocasiones que no era apta para esto, para ser madre y esposa, nunca se creía suficiente para esta familia, para encargar en una familia que no era suya. Pero Loid siempre encontraba la manera de hacerle creer todo lo contrario. Él la hacía segura de sí misma.

—No. Solo involucraba a Anya...
—¿Querías llevarla a la habitación para que duerma contigo? —acarició su vientre y ella sintió una corriente eléctrica por su espalda.
—Sí, pero está muy dormida, creo que es mejor dejarla en su cama, además Bond la cuida —Yor cerró los labios.

Loid besó su rostro hasta llegar a sus labios, besándola prolongadamente, luego se alejó de ella y abrió la puerta, sin dudarlo dos veces cargó a Anya en sus brazos estilo nupcial.

—Pero...
—Shh. Un día no hará daño que ella se quede con nosotros. Vamos a la cama —Yor sonrió ampliamente por su gesto y camino hacia la habitación, dejó que Loid entrara, luego Bond que se acomodó en el piso a los pies de la cama del lado de Yor, Loid acostó a Anya.

Yor se sonrojó y sonrió tiernamente cuando vio a Loid acomodando su cabello rosado y desordenado, su corazón sentía que explotaba de amor. Camino a la cama, se acomodó atrás de Anya cubriéndose con una sábana, y con ello a Loid y a su hija.

—Gracias Loid —un brazo abrazo a Anya acariciando su sien con los dedos para que durmiera y la otra mano fue a su vientre.
—Yo soy quien te debe todas las disculpas que pueden existir. No sabes cómo me arrepiento de que se accidentaron, gracias a ello ahora tienes pesadillas, casi pierdo a los tres.

Yor cerró los ojos negando con la cabeza, solo el tacto de su esposo sobre su mano en el vientre hizo que volviera a la realidad.

—Aquí estamos Loid... Además, ahora nos cuidas, y ahora todo es real...
—Mis sentimientos siempre fueron reales por ustedes dos y ahora por él —hablo del bebé que crecía en ella.
—Ya no debes justificarte conmigo... todo aquello ya pasó —movió la mano a la mejilla de su esposo para consolarlo.

El rubio cerró los ojos con el tacto delicado de la mujer que amaba, su corazón se alivió, sus músculos se relajaron. Sonrió ampliamente acercándose más a ellas, abrazo a Yor por la espalda dejando a Anya en medio de ellos, la otra mano acaricio a Anya dejándola dormir profundamente.

Era en serio sus palabras cuando dijo que creyó que las perdería, en el avión cuando estaba volviendo a su hogar con ellas, sólo pensaba que probablemente las dos estaban muertas, o que el hermano de Yor lo arrestaría y jamás volvería a verlas. Por unos minutos, todo aquello parecía real.

—Te amo tanto Yor —susurró adormilado ya. La mujer se sonrojó por sus palabras, rió suavemente y se acercó a él besando su mejilla tranquilamente.
—Tampoco voy a dejar que nada te pase a ti, a Anya o al bebé. Son mi familia junto con Yuri. Los voy a cuidar —aseguró.

Esas palabras más que para Loid o sus hijos, lo estaba diciendo a sí misma para que sus pesadillas pararan o no se hicieran reales. No sabía contra qué los tenía que proteger, pero fuera lo que fuera ella lo haría sin dudar.

—Los amo —susurró antes de quedarse dormida con todos ahí. Incluido Bond, que horas después se subió a la cama.