Chapter 6 ; pizza guy

162 26 1
                                    

Al día siguiente, me encontraba caminando hacia la cafetería, me sentía de muy buen humor mientras lo hacía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al día siguiente, me encontraba caminando hacia la cafetería, me sentía de muy buen humor mientras lo hacía. Toda la mañana había pasado mejorando la escultura y la verdad es que me hacía sentir orgullosa. Diría que ya estaba próxima en terminar, solo necesitaba comprar un poco de tierra y plantas.

Estaba emocionada porque pronto terminaría, lo cual me permitía saltarme las horas que tenía en taller para quedarme en casa. Es una de las ventajas que existían acerca de tener este tipo de carrera. Y, para qué hacerme, me encantaba eso.

Así que, ahora me encontraba caminando en dirección a mi dormitorio, con la intención de dormir todo lo que restaba de la tarde. Sin embargo, mi tarea de ir a los brazos de Morfeo, se vio interrumpida cuando me encontré con el chico morocho bajito que había buscado a Jungkook la noche pasada.

―Ah, la chica de Jeon ―me saludó con una sonrisa que me dejaba ver sus encías ―. Años que no nos vemos.

Fruncí el entrecejo ―. No soy la chica de Jeon.

―¿Sabes si él está en el taller? No contesta mis llamadas ―dijo él, pasando de mis palabras. Intenté hacer memoria de las personas que estaban en el taller, pero no recordaba verlo. Negué con la cabeza. A lo que él bufó ―. Este hijo de puta, siempre me hace esto. Seguro que si tú le llamas, atiende la llamada.

―¿Qué? Pero si él no tiene mi número ―dije confundida.

―Tú llámalo ―me insistió, acercándose tanto a mí que tenía su perfume golpeando mis fosas nasales ―. Mira, este es su número.

No muy confiada, pero, queriendo sacármelo del culo, hice lo que me pidió. Saqué mi móvil del abrigo y llamé el número que me mostraba. Puse la llamada en altavoz y los dos escuchamos cómo daban los dos primeros pitidos, antes de que entrara el tercero, la llamada fue atendida.

¿Diga?

El morocho viró los ojos, me empujó ligeramente para que hablara ―. Eh... hola.

La línea quedó en silencio por un segundo, antes de volver a escuchar la voz del otro lado ―. ¿Kyoki? ¿Necesitas algo?

―Solo me preguntaba si... estabas por aquí ―el morocho alzó los pulgares, viré los ojos.

Estoy en mi piso, ¿segura que está todo bien?

El chico frente a mí bloqueó el altavoz un segundo ―. Dile que quieres ir a verle.

Abrí los ojos con sorpresa ―. No le diré eso. No quiero ir.

―Dile.

―No.

¿Kyoki?

―¡Dile!

Abrí la boca para negarme una vez más, pero el muy cabrón encendió el altavoz de nuevo. Cualquier cosa que diga ahora, Jungkook me escuharía. El morocho me pellizcó el hombro, a lo que yo solo atiné para golpearlo.

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora