Chapter 9 ; stolen kiss

140 23 0
                                    

Unos cuantos días después, luego de la fiesta, las cosas habían sido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Unos cuantos días después, luego de la fiesta, las cosas habían sido... raras. Quiero decir, ahora, de alguna manera, ya no estaba sola a la hora del almuerzo. Ahora, Jeon se sentaba junto a mí.

El primer día que lo hizo, fue un lunes. Me encontraba en la fila de la cafetería para comprar mi comida, cuando una persona me cogió de la muñeca y cuando menos lo esperé, ya me encontraba en una mesa con nada más ni nada menos que Jeon y Yoongi. El último había sido el causante de que mi culo tuviera una silla.

―No sé, pero tienes que entender que estoy a un suspiro a que le rompo la puta nariz, tío ―fue lo primero que dijo Yoongi o por lo menos lo que atiné a entender.

Me costó un minuto entero entender que ya tenía un plato con comida frente a mí, Jeon y Yoongi comían con tranquilidad. La mirada de todas las personas que estaban en la cafetería la teníamos los tres. Apreté los labios al sentir la mirada de todos.

―No puedes ni matar una mosca ―dijo Jeon con el entrecejo fruncido, ignorando por completo la atención que teníamos. Yo me sentí incómoda, hice el ademán de levantarme, pero el chico me detuvo cuando puso una mano sobre mi muslo ―. Si te vas, les darás más razones para cuchicheos. Ignóralos.

Sin quererlo, mi mirada cayó sobre la de unos chicos en la mesa contínua, cuando conectamos, rápidamente desvió la mirada.

―A mí no me vas a decir qué hacer. Que lo sepas ―dije entre dientes.

Él asintió ―. Vale, hazlo.

Mirándole como si estuviera loco, me levanté en un santiamén de la mesa. Furiosa. ¿Qué carajos se creía este chaval?

El hecho de que hayamos pasado una noche juntos, en la fiesta después de la pelea y que hayamos mensajeado unas cuantas veces durante el fin de semana, sin mencionar que se había confesado, eso no significaba que ahora le pertenecía o tenía que tenerlo pegado a mí como una puta lapa.

Yo no era como esas estúpidas que estaban detrás de mis hermanos. No era patética como ellas.

Iba tan metida en mis pensamientos, refunfuñando acerca de la situación, que no me di cuenta que alguien estaba llamándome, hasta que me cogieron por la muñeca.

―Tienes que contármelo todo ―soltó Sunhye, una chica que decía estar colada por Namjoon, la semana pasada me había dado una caja de bombones que terminaron en la basura fuera de la facultad de mi hermano ―. ¿Desde cuándo sales con Jeon Jungkook?

Maldije. Maldije a Sunhye. Maldije a Yoongi. Y sobretodo, maldije a Jungkook.

―Todo el almuerzo. Pensé que no vendrías nunca ―se burló Yoongi cuando me topé con ellos en la puerta de la cafetería.

Jeon solo me dio un emparedado, no pasé por alto que este se encontraba aún caliente. Mordí con molestia. Él solo sonrió mientras me daba un ligero empujón con los hombros.

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora