Chapter 29 ; i told you so

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Kim Kyo estaba actuando un poco extraña

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Kim Kyo estaba actuando un poco extraña. Era como si no fuera ella o como si algo la estuviera estresando. Estaba un poco más a la defensiva de lo normal e incluso más irritable. No estaba demasiado seguro si se debía a que se encontraba estresada por sus trabajos o porque tenía que soportar a su hermano mayor y... a Baekhyun, de quien ciertamente no había escuchado mucho. 

Hasta ahora. 

Cuando regresé de Unholy, me encontré con que mi novia no se encontraba a solas en nuestro piso, no. Ella estaba acompañada. Y siendo sinceros, me sentaría mejor que estuviera con alguno de sus amigos ―los cuales no tiene―, con alguno de mis hermanos o, incluso, alguno de los suyos. No. En su lugar, se encontraba con Lee Baekhyun, en el comedor de mi hogar con una botella de vino abierta. Cuando Kim Kyo tomaba vino, era porque algo iba mal.

―Oh, pero mira, ya tenemos visita ―Baekhyun había sido el primero en darse cuenta que había llegado. ¿Esa sonrisita que tenía de chico bueno? No me la tragaba. Claramente no le gustaba que yo hubiera llegado. 

Los ojos de Kim Kyo se alzaron del ordenador que estaba en la mesa y creo que noté cómo es que sus hombros caían relajados. Su labio inferior hizo un mohín, me sorprendió cuando abrió los brazos hacia donde me encontraba. No fui estúpido y caminé hacia ella para besarla. Pasando por alto a Baekhyun. 

Sí, mira, es mi novia. Mía. 

―Jungkookie ―ronroneó ella. Oh, estaba ebria.

―¿Cuánto has tomado? ―le pregunté viendo la botella, estaba vacía. ¿Vino tinto teran? Ese suena a ser un vino de lo más seco. 

―Poquito, ¿quieres? 

―Me temo que ya no hay más vino, conejita. 

¿Conejita? ¿Cómo que conejita? Juro que sentí cómo es que un músculo de mi cuello tembló. Pude ver la manera en que una sonrisa, no, un fantasma de sonrisa tiraba en una de las comisuras de sus labios. Joder, cómo quisiera arrancarle esa mirada con un buen puñetazo. Pero no podía hacer eso, era el amigo de la familia de Kyo, quien le había ayudado a tener su finiquito de vuelta. 

Aún no tenía la menor idea de cómo es que este idiota podía hacer cambiar de opinión al padre de Kim Kyo, pero sin duda, desde que regresó, ella se veía un poco más relajada. Después de todo, gracias a él ella tenía acceso a su dinero. 

―Ou, eso es una lástima ―Kim Kyo hizo un mohín. 

Se veía tierna, con las mejillas ligeramente sonrojadas y con una tierna mancha rocha en el cuello por el alcohol. Siempre aparecía cuando bebía, es por eso que lo evitaba, para no tener esa adorable mancha en el cuello. A mí me encantaba, pero a ella le daba vergüenza. 

―¿Qué hacéis? ―pregunté en su lugar, para llamar su atención y que me diga qué diablos hace en nuestro apartamento con el idiota de su amiguito que le llama "conejita". 

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora