Chapter 18 ; contacts

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Una tarde, estaba sentada en el suelo del piso de Jeon

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Una tarde, estaba sentada en el suelo del piso de Jeon. Él había salido hacia quién sabe qué cosa y yo me había venido después de que las clases terminasen andando. Según tenía que esperar a Yoongi, pero no tenía intención de subirme en la moto con él de nuevo. Mejor solo le envié un mensaje a mi supuesto mejor amigo para decirle que me las apañaría sola.

Esa tarde me había comprado un poco de ramen en la tienda de convenencia a unas cuadras antes del piso. Si bien habíamos hecho la compra justo el día en que recogimos mis cosas del dormitorio, no me apetecía cocinar algo tan complejo.

Pasó mucho tiempo en el que yo me encontraba sola en el piso, cuando de pronto recibí una llamada al móvil. Era Yoongi.

―¿Qué quieres? ―pregunté con la boca llena de kimchi.

Primeramente, no seas cerda. No hables con la boca llena, que no necesito verte para saber que estás comiendo ―se quejó él, a lo que yo atiné en virar los ojos. Tragué lo que tenía en la boca ―. Segundo, me dijo Jungkookie que estabas buscando un trabajo.

―¿Te dijo él o tú le sacaste la verdad? ―pregunté, a sabiendas que Yoongi era un cotilla de primera. Sabía que Jeon estaba ocupado con asuntos de su negocio y que se encontraría con su hermano en estos momentos.

¿Ves porqué es que somos mejores amigos? ―dijo con burla, ya ni tenía la necesidad de revatirle nada ―. El punto es que, te he encontrado un trabajo.

―No quiero trabajar en el bar ―le dije por meros principios.

La verdad es que, setía que abusaba de la buena disposición de Jeon en ayudarme ante mi situación, que permitir que él sea mi jefe, además de mi arrendador y del chico a quien le gusto, me llenaría de presión. Estaría muy agobiada.

No estoy hablando del bar. No creo que Jungkookie te permita poner un pie en este lugar.

―Pensé que era un lugar bueno ―según lo que me dijo Jeon, él no permitía que ninguna cosa ilícita se entrometiera en sus negocios, le había costado, pero finalmente había logrado tener un lugar limpio. Más limpio del que alguna vez pudieran encontrar.

No por eso, es por otra cosa. Pero en fin, ¿te interesa el trabajo o no?

―Claro que sí ―mi obviedad y mi desesperación eran palpables entre mis palabras.

Pues eso. Que paso por ti en media hora, ya terminé mis asuntos aquí, voy saliendo.

Y sin más cortó la llamada. Me quedé descolocada un segundo mirando la pantalla en blanco, pero no tuve tiempo de hacer otra cosa más que terminar la comida en unos cuantos bocados. Después, caminé a la habitación de huéspedes en donde había colocado mis cosas y me cambié la ropa de casa, que ya me había puesto, a ropa de calle.

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora