A lo largo de mi vida, he conocido personas que solo me han utilizado para algo en concreto. Ya sea para prestarles dinero o porque necesitan a alguien que haga las cosas que ellos no quieren hacer.
Me es difícil confiar en las personas, pensé que...
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Había pasado la noche en el piso de Jeon. Los dos nos la pasamos viendo películas hasta las altas de la noche, cuando finalmente me quedé dormida sin quererlo sobre su regazo. Para cuando desperté, me encontraba en una habitación y cubierta con un edredón de color gris. El lugar a mi lado estaba ocupado por Jeon, quien me daba la espalda. Me sorprendí cuando lo encontré sin camisa, pero eso me permitió ver la manera en que la manga de sus tatuajes solo llegaba a parte de su hombro.
Tuve la intención de acariciar la zona, sin embargo, me detuve cuando escuché cómo unas cuantas notificaciones entraban a mi móvil. Nadie me hablaba y solo tenía ese ringtone para el chat grupal que tenía con mis hermanos, así que, era de esperarse que fueran ellos.
Kims
Seokjin
Dónde demonios estás, Kyoki
Se suponía que tenías que estar lista para
las cinco
14:49 PM
Viré los ojos.
No te importa en dónde estoy, llegaré después
14:50 PM
Sin esperar respuesta de mi hermano, me levanté de la cama. Tenía una exposición, debía ir hacia mi dormitorio si quería estar mínimamente presentable. Ignoré los mensajes de mis hermanos, seguro que estarían buscándome por todo el edificio o cercanía de la universidad para poder arrastrarme a la boda que yo no quería ir.
―¿Ya te vas? ―me preguntó Jungkook desde la cama, estaba sentado y se frotaba los ojos con el puño de la mano.
―Tenemos una exposición en menos de tres horas, genio ―le recordé. Lo que pareció darle lo necesario para despertar, porque pronto lo escuché maldecir antes de salir de la cama hacia el cuarto de baño.
―¡Voy a ducharme rápido, espérame y te llevo a tu piso! ―exclamó desde el interior del baño, no cerró la puerta por completo ―. Tú puedes ducharte en el cuarto de invitados.
Esa era una buenísima idea. Así solo tenía que llegar a una estúpida tienda y comprar lo primero que viera.
Media hora después, los dos salíamos del baño. La exposición era formal, por lo cual, al encontrarme con Jeon, lo encontré vestido con un traje de color azul oscuro y un suéter de tortuga de color negro que le hacía juego. Alcé una ceja en su dirección, sorprendida por lo que estaba viendo.
―Nunca pensé que te vería en esas fachas ―bromeé mientras me secaba el cabello con la toalla.
Él viró los ojos ―. Lo odio, pero entiendo que tengamos que estar presentables. ¿Qué vas a usar tú?
―Tenía pensado algo similar, pero no tengo tiempo para ellos, así que pensaba que podríamos ir a una tienda a buscar algo ―le pedí.
―¿Pantalón de vestir y camisa de botones para la recepción de la boda de tu padre? Ni de coña, te buscaremos un vestido ―dijo él luego de peinar su cabello hacia atrás y cogerlo con una coletilla.
