A lo largo de mi vida, he conocido personas que solo me han utilizado para algo en concreto. Ya sea para prestarles dinero o porque necesitan a alguien que haga las cosas que ellos no quieren hacer.
Me es difícil confiar en las personas, pensé que...
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La tensión era palpable. Desde donde me encontraba, podía ver cómo cada uno de los músculos de Jungkook se encontraban tensos. Su mandíbula estaba tan contraída que no dudaba se rompería en cualquier momento.
―¡Pero qué bonita decoración! ¿Quién ha organizado todo esto? ―preguntó la señora Jeon dando unos pasos hacia la mesa.
Mis ojos se dirigieron hacia Yoongi, queriendo pedirle ayuda, pero al parecer, él no tenía palabras para verbalizar. Sera tampoco tenía la intención de mencionar alguna palabra, por lo que parecía, la verdad es que tenía muchísimo miedo a la madre de su hermano mayor. Ella solo mantenía la mirada en el suelo, parecía que quería hacerse pequeña.
Bueno, ¿pero qué demonios? Solo era una señora, conozco cómo son las personas como ella, pero no tenían porqué colocarse de esa manera. No debían mostrarle ese tipo de poder en ellos.
―He sido yo ―anuncié. Llamé su atención sin quererlo y al parecer, le costaba horrores tener la mirada sobre mí. Por un momento noté cómo es que le flaqueó la sonrisa, aunque se respuso con muchísima rapidez ―. Jungkookie, ¿me acompañas a la cocina un momento?
El hecho de llamarlo, al parecer no le gustó demasiado, por cómo miraba a sus hermanos, seguro que no le apetecía dejarlos a solas con su madre. Por lo poco que tengo entendido, esa señora no se llevaba bien con los hermanatros Min y con mucha razón. Aunque no debería, cuando fue ella quien abandonó a Jungkook.
―No la quiero cerca de Sera ―me susurra Jungkook nada más estar dentro de la cocina, desde donde nos encontrábamos, podíamos ver cómo es que la señora Jeon intentaba entablar una conversación con los hermanos ―. Quiero que se vaya lo más pronto posible.
Me sentí mal por ellos, pero había un sentimiento de enojo mucho más poderoso en comparación a la pena dentro de mí en estos momentos.
Es por eso que, me acerqué a él y le coloqué las manos en ambos lados de sus mejillas.
―Esto es lo que busca, no le déis el crédito o el poder para que lo haga ―vi el cúmulo de emociones que estaban corriendo por sus ojos. Ira, exasperación, frustración, miedo. Relamí mis labios. Todo este tiempo jamás me imaginé que él pudiera verse de esa forma tan... vulnerable. La mayor parte del tiempo siempre me está demostrando que puede ir contra todo el mundo. Aunque, después de lo ocurrido con la moto, debí suponerlo que no era así.
No lo culpaba, la verdad, no tenía porqué. Jungkook tenía sus problemas como todo el mundo, además de las dificultades que supone ser el heredero de la franquicia Jeon. El único que tiene ese apellido y mucho peso sobre sus hombros. Él debía ser el mayor de sus hermanos, tenía demasiada responsabilidad en muchas cosas.
Sus emociones parecieron apasiguarse un poco cuando vio la determinación y la falta de miedo en mi mirada. Sonrió de lado.
