Miré con recelo a las personas que se encontraban caminando por la exposición. No hacía mucho tiempo que había iniciado y todas las personas miraban mis cuadros y esculturas como si fueran realmente obras de arte. No estaba segura si en realidad se daban cuenta que no era más que pinturas que, o realicé porque estaba ebria o porque realmente tenía la inspiración. Si tan solo supieran, que, el ochenta por ciento de las obras que ven las hice bajo presión de mis hermanos.
A ellos les había encantado la idea de que mi nombre estaba siendo más sonado y, al momento, me llamaban la artista vanguardista.
―Ya hemos hecho cuatro ventas ―anunció Taehee, mi asistente, con la mirada fija en la iPad en donde le informaban las ventas de las obras.
Decir que me encontraba respirando con mayor tranquilidad, estaba de más. La verdad, es que hacía esto para poder pagarme una vida. Ahora, literalmente vivía por mi trabajo y, no me quejaba la mayor parte del tiempo, pero, cuando no tenía inspiración, era peor que un grano en el culo.
Desde que mi padre había fallecido, yo no había tocado ni un won de esa cuenta bancaria que de ser con unos miles al día siguiente ya tenía millones. No podía lucrar con el basto amor que mi padre nos había dejado. En su lugar, solo lo invertí en cosas necesarias para poder crear mis obras.
A mis hermanos les había parecido una idiotez que yo hiciera eso, después de todo, siempre había estado peleando y teniendo conflictos con el dinero. Sin embargo, algo me decía que el dinero por el apellido Kim estaba maldito, por lo que no me quedaban ganas de tocarlo.
―¿Mis hermanos llegaron, sabes? ―le pregunté a Taehee, desviando la mirada de los hombres que veían uno de mis cuadros llamados True.
La imagen del lienzo no era más que una imagen recreada de una fotografía que había tomado en el metro. La mayoría de las cosas, eran imágenes efímeras que había almacenado en mi mente.
―Por el momento aún no me han informado que lo hayan hecho ―anunció mi asistente, no era de esperarse.
Por lo último que me dijeron, Jin tenía una reunión; Namjoon seguro que estaba terinando algún proyecto y Taehyung estaba en una puesta en escena. Llegarían tarde, pero, lo importante es que llegarían. Siempre lo hacían, desde que nos volvimos cercanos y padre había fallecido, ellos nunca se perdían ninguna exposición.
No dije nada más, estaba un poco desanimada porque me encontraba sola, sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando alguien se acercó a mí. Sonreí de ver quién se trataba.
―¿De casualidad usted sabe lo que se dice en las calles de París cuando llueve a cántaros? ―preguntó con una mirada seria, por lo menos lo fingía bien, mientras estudiaba el lienzo que se encontraba frente a él. En su mano derecha tenía una copa de champaña y la izquierda la tenía metida en el bolsillo de su pantalón de vestir.
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Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ
FanfictionA lo largo de mi vida, he conocido personas que solo me han utilizado para algo en concreto. Ya sea para prestarles dinero o porque necesitan a alguien que haga las cosas que ellos no quieren hacer. Me es difícil confiar en las personas, pensé que...