Chapter 17 ; cancelled

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Unas cuantas semanas después, cuando regresaba al dormitorio me topé con Hayoon, la chica que se encargaba de la administración del edificio

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Unas cuantas semanas después, cuando regresaba al dormitorio me topé con Hayoon, la chica que se encargaba de la administración del edificio. Sonreí a penas cuando noté que se acercó a mí, aunque la mueca no duró mucho al ver su mirada.

―Lo siento mucho, Kyoki, pero los fondos de tu pago de alquiler fueron cancelados ―me dijo, haciendo que todo mi mundo cayera a mis pies.

―¿Cómo que cancelados?

―Al parecer el cheque con el que pagaste fue rebotado. Deberías llamar a tu banco para preguntar.

Así que eso hice. Y resultó ser, que mis cuentas estaban congeladas. Tanto la que venía de la familia Kim, como la de mi finiquito. El bastardo de mi padre había congelado mis malditas cuentas.

Le pregunté a Song si era posible, mientras había mis maletas.

―Con la cuenta familiar sí, después de todo él la paga ―me explicó mientras leía los acuerdos de mis cuentas bancarias ―. Sin embargo, la de tu finiquito... bueno, eso está a tu nombre. No es posible.

―¿Pero...?

―Seguro que él tiene contactos, por eso lo hicieron.

―¿Hay algo que pueda hacer? ¿Una contrademanda?

―Kyo, tu finiquito es tu dinero. Nadie puede tocarlo, sin embargo, con los contactos correctos sí que pueden ―me dijo ―. Hacer una contrademanda sería perder dinero, que no tienes.

Mi respiración se cortó en mi pecho. ¿Y ahora qué iba a hacer? Todo mi dinero que ganaba en mi trabajo estaba en mi cuenta de finiquito. Había intentado ir a un cajero, pero no pude sacar ni un centavo.

La administración me había dado una semana para salir de aquí, pero no había más. Gracias al cielo había pagado el nuevo semestre, pero, ¿qué pasará con el siguiente a este?

No quería ni hablar con mis hermanos, pues sabía que no harían nada al respecto. ¿Hablar con mi padre? No era una maldita opción.

Era noche, me encontraba a mi misma caminando por un parque no muy lejos del dormitorio, cuando mi móvil comenzó a vibrar en mi bolsillo con una llamada entrante. Era Jeon.

¿Dónde estás? Me dijo tu compañera que saliste a dar un paseo. He traído algo de pollo frito, pensaba que podríamos tener otra cita.

Escuchar la voz de Jeon me reconfortó un poco, apreté los labios ―. Estoy en el parque a dos cuadras del dormitorio.

¿Ah? ¿Qué haces ahí? Bueno, no importa, espera ahí, voy ahora mismo ―dicho eso, colgó.

Sabía que le tomaría un tiempo llegar, así que, decidí que podía levantarme para ahorrarle el camino. La última vez corrió en mi búsqueda, no quería que lo hiciera de nuevo, además, estaba refrescando.

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora