A lo largo de mi vida, he conocido personas que solo me han utilizado para algo en concreto. Ya sea para prestarles dinero o porque necesitan a alguien que haga las cosas que ellos no quieren hacer.
Me es difícil confiar en las personas, pensé que...
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N/a he vuelto a subir el capítulo, porque noté los errores que había cometido con los otros personajes. Ahora sí está bien, perdonen jeje
Resolté siendo yo la persona que hizo la comida. Yoongi me hizo ojitos de cachorro por más de media hora hasta que finalmente me harté y solo terminé por hacer el trabajo duro de cocinar un poco de ramen ―porque es lo único que había en ese maldito piso― y arroz. No pasó mucho tiempo, luego de haber terminado, cuando una puerta del pasillo se abrió.
―Pensé que te había dicho que tú hicieras la comida ―le riñó Jungkook a Yoongi, el perezoso bastardo que se encontraba tumbado a lo largo de la isla de la cocina jugando con su móvil.
―A ver, que dejemos unas cositas en claro, crío. Te he traído a la chica y te has metido en tu habitación por todo este tiempo, dejándola botada ―Jeon le ignoró, solo comenzó a sacar los platos en silencio ―. Y no conforme con eso, la obligas a hacer la comida.
―Quien me obligó a hacer la comida, fuiste tú ―me quejé, con el entrecejo fruncido cuando llevé mi plato a un lugar vacío. Cogí los palillos que habían dejado en la isla y comencé a comer.
―Eres un puto parásito ―le dijo Jeon.
En ese momento, escuché cómo unos palillos golpeaban con fuerza la madera de la isla. Al alzar la mirada de los fideos, me encontré con una mirada horrible. Yoongi tenía una mueca de ofensa total. Se veía tan ofendido que no me sorprendería si lanzara todo a la mierda.
―Más respeto a sus mayores, que por mí, no tendrían este hermoso momento ―alegó ―. Dentro de un tiempo, me agradecerán por hacer las cosas que hago por vosotros.
―¿De qué diablos hablas? ―pregunté, me estaba cansando por sus insinuaciones. Miré a Jeon por un segundo, pero él continuaba con su comida, aparentando estar solo.
―No os hagáis los idiotas conmigo, sé que os gustáis.
Incomodidad. Eso era lo que sentía. Queriendo salir lo más pronto posible de este maldito lugar, por lo menos comencé a comer mi ramen en silencio. Entre más rápido comiera, más rápido salía de ese lugar.
No conocía a Yoongi de nada en esta vida, era la segunda vez que le veía, pero siempre tenía mierda en la boca, de eso seguro. ¿De dónde diablos sacaba esa gilipollez?
Cuando terminé de comer por fin, casi lo hice al mismo tiempo que Yoongi. Con amabilidad y siendo lo último que esperaba de su parte, cogió mi plato sucio y lo lanzó hacia el fregadero, después, se escuchó cómo entraba una llamada y él contestó.
―Dime para qué soy bueno. Mhm. Mhm ―caminé hacia la salida para irme de ahí, sentí la mirada de Jeon, pero esta no duró mucho puesto que también miraba al mayor que hablaba por teléfono ―. No lo sé, estamos ocupados. Le preguntaré. Mhm. Mhm. Ohh... ¿de verdad? No creo, pero, a ver, espera... Jungkook.
