Chapter 20 ; tippy toes

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La señora frente a nosotros chasqueó la lengua cuando escuchó aquellas palabras de su hijo

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La señora frente a nosotros chasqueó la lengua cuando escuchó aquellas palabras de su hijo. Pero pronto tuvo la mirada en mí, como si yo fuera una joya que nunca hubiera visto, incluso me pareció ver cómo es que intentaba no sonreír en grande.

―Yo te conozco, te he visto ―mencionó la señora mientras intentaba ver sobre el hombro de su hijo en donde me encontraba escondida por él ―. Eres la hija de Kim Taewang.

―No tenemos nada qué hacer contigo, así que, si nos disculpas ―dijo Jeon con la intención de que ya nos fuéramos.

―¿Cómo está tu padre? ¿Qué tal Minhye?

Jungkook no respondió, él solo me colocó el casco antes de colocarse el suyo y subirse. No tardó nada en encender el motor y arrancar, con un movimiento que a mí se me antojó: brusco, lo suficiente como para obligarme a pegarme con fuerza a él.

Desde que conocía a Jungkook, nunca había sentido esta manera de conducir. Fue en ese momento cuando entendí las palabras de Yoongi cuando se refería que Jeon era una bestia incluso al conducir. Y yo estaba asustada hasta la mierda.

Llamé su nombre muchas veces para pedir que bajara la velocidad o que se detuviera, justo cuando entramos a una cuesta lo hizo finalmente. Los dos nos bajamos de un brinco, yo para quitarme el casco con furia y él para comenzar a patear la máquina que se había caído al no haberle puesto la pata de soporte.

Me quedé congelada en mi lugar al verle tan... cabreado. En todo el tiempo que hemos pasado juntos, nunca pensé que le vería de esta manera.

Al no saber qué hacer, solo me quedé en mi lugar parada, esperando a que se le pase la rabieta. Yo también estaba cabreada, quería gritarle que había sido un imprudente por haber conducido de esa manera, pero estaba tan sorprendida por su reacción que solo atiné a mirarle con una expresión de sorpresa. Ni loca me acercaba mientras intentaba destruír su moto, probablemente me termine lastimando sin querer y no era algo que quería hacer.

―Mierda ―susurró él cuando se cubrió la cara con ambas palmas de sus manos.

―¿Ya terminaste? ―le pregunté, en voz baja, no muy segura de acercarme.

Sus ojos me miraron por entre sus dedos, por un segundo pareció que se había olvidado de mi presencia, pero cuando me miró se sintió fatal. Lo supe por cómo sus cejas se habían fruncido en una mueca de falso dolor.

―No te acercaste a mí para calmarme ―puntualizó.

―No quería que me metieras una hostia.

―Jamás... yo jamás...

Negué con la cabeza ―. No es personal. Pero tampoco es que pudiera hacer algo para que dejaras de sentirte así, no tiene sentido que minimises esa emoción.

Sus pasos fueron lentos, como si estuviera caminando por una tierra minada, hasta que se acercó a mí y fue cuestión de tiempo para envolverme con sus brazos. Al principio, no supe qué era lo que buscaba con la acción, pero después entendí que lo único que quería era sentirse reconfrontado después de esa explosión de ira.

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora