Chapter 31 ; ghosting

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Huí

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Huí.

Eso fue lo que había hecho cuando tuve la oportunidad. Fingí sonrisas y risas mientras me ayudaba a hacer la maleta y después de un par de besos robados, me fui con el pretexto de hacerlo porque tenía que tomar un vuelo.

Me había costado mucho convencer a Jungkook de no llevarme al aeropuerto, diciendo que tenía que pasar por unas cosas a casa de mi hermano y después iría hacia allá. No mencioné a Baekhyun y él tampoco, era como si los dos estuviéramos evadiendo la realidad. Yo, más que nadie.

Ya que había sido una mentira lo de ir con mi hermano, me dirigí hacia el piso de Baekhyun directamente, con las lágrimas en los ojos y la nariz roja como Rodolfo el reno.

―Es mejor así ―había dicho Baek cuando me abrió los brazos y yo me había metido en ellos. Me apretó en un abrazo, pero no lo sentí ni la mitad de bien como sentí cuando Jungkook me quiso hacer sentir mejor.

Kookie mandaba mensajes cada cierto tiempo, deseándome un feliz viaje y diciéndome que me cuide demasiado. Claro que fingí no poder responderle porque estaba en el vuelo y gracias al cielo este duraba algunas horas. En realidad, me la pasé dormida, con la intención de no pensar demasiado.

Baekhyun solo preguntó una vez qué había pasado y solo atiné en decirle que le había dejado. No estaba segura, pero creo haber visto un brillo en sus ojos nada más escuchar mis palabras. Pero, estaba tan ensimismada, que no le presté mucha atención.

No sé cómo es que estuve presente pero no, durante las juntas en las que nos encontramos al día siguiente de llegar. Pero lo hice, tomé decisiones en las que mi hermano debió tomar y pronto nos encontrábamos de vuelta al hotel. Baekhyun insistió que celebráramos, yo estaba tan desanimada que solo accedí para poder ahogarme en alcohol.

Jungkook había estado mandándome mensajes todo el día, pero no le respondí. Incluso, apagué mi móvil cuando los mensajes llegaron a los cincuenta sin responder. Al día siguiente que lo prendí, me encontré con un último mensaje que decía.

Jungkook: Ya entendí, Kim Kyo. Sé feliz.

Me dolió como si alguien me hubiera arrancado el corazón del pecho cuando lo leí. Grité como loca y no dejé la habitación en las siguientes dos noches. Hasta que Baekhyun ingresó y me riñó por no haber salido de la cama.

―¿Quieres callarte? Todo esto es vuestra puta culpa ―gemí de molestia cuando me sacó de la cama a fuerzas.

―No, conejita, esto no es mi culpa, esto es lo que tenía que pasar ―murmuró él. Sus palabras me hicieron enojar, le miré como si le hubiera salido una cabeza extra. Él suspiró ―. Kyoki, siempre hemos destinado a estar juntos.

Parpadeé, perpleja ―. ¿Qué dices? Te fuiste por dos años y me ignoraste todo ese tiempo.

―Lo hice para que pudieras enfocarte en tu carrera, pensaba regresar cuando te fuera bien.

―Sigo sin entender.

Él se sentó a mi lado ―. Estabas tan enamorada de mí, que no podías enfocarte en tus cosas. Solo pensabas en mí y en tu odio a tus hermanos. Sino me iba, no te ibas a enfocar en tu carrera y cuando vi que un socio había comprado uno de tus cuadros, supe que las cosas estaban como quería para ti.

De pronto, recordé la galería, la boda de mi padre y cómo es que había vendido las tres pinturas que había expuesto. Según lo que me habían dicho, todos los compradores eran estadounidenses.

―No me imaginé que tu nueva obsesión sea un chico que no entra en tus estándares.

Fruncí el entrecejo ―. Jungkook no fue una...

―Vamos, ¿dejaste que tu padre te quitase tu finiquito con los brazos cruzados? Solo tenías que hablar con él para que te diera un trabajo en la empresa para recuperarlo ―dijo con simpleza ―. Era un berrinche entre los dos. Si tú cedías un poco al alejarte de él, con gusto te regresaría tu dinero.

―¿Y tú cómo entras en la ecuación? ―pregunté con una ceja alzada, esceptica.

―¿Has notado que has cambiado? Ya no eres la misma chica que se escondía para no molestarse, ahora eres más valiente ―quise decir que era porque tenía el apoyo de Jungkook, pero las palabras no salieron ―. Me di cuenta que en los dos años has crecido como pensé que harías, así que sabía que estabas lista para estar conmigo.

Entonces me sentí ofendida ―. No voy a estar contigo. Yo no quiero estar contigo. Quiero estar con...

―Kyoki, las cosas no salen bien desde que estás con él, el mayor ejemplo es que hayas perdido tu dinero, ¿cuándo te darás cuenta? Es el dueño de un bar y gana su dinero por puñetazos, por amor de Dios ―sonrió de lado ―. Tu padre quiere que estés conmigo, así te estarás mejor.

No quise preguntar cómo es que él sabía aquello, porque estaba segura que mi padre había sido la persona quien le dio esa información o él mismo lo había investigado.

Molesta por entender por fin las palabras que me estaba diciendo y cómo es que había sido manipulada por mi padre y por él mismo. Sin mencionar que había sido tan ciega por el hecho de tener dinero, ahora entendía que no solo había cometido un grave error, sino el error más grande de mi vida. Dejar a Jungkook.

Él nunca habría hecho algo así por egoísmo, él siempre ha sido honesto conmigo y siempre ha puesto mi felicidad por delante de la suya. Yo sabía que no se había rendido, simplemente me estaba dando mi espacio y me dejaba decidir, aunque la decisión sea la errónea.

―¿Qué haces? ―preguntó Baek cuando me levanté de la cama y comencé a lanzar mi ropa hacia la maleta.

―Me voy a casa.

―¿Vas a regresar con él? ―casi se burló ―. Estará enfadado. No va querer ni verte.

Me detuve por un segundo, no muy segura de continuar, pero negué con la cabeza. Tal vez esté cabreado conmigo, pero, si me deja explicarle, seguro que me deja regresar e incluso, perdonarme.

Negué con la cabeza cuando comencé a sentirme insegura, queriendo eliminar esas emociones.

Jungkook siempre me incitaba en ser valiente, ahora tenía que demostrarle que lo estaba haciendo por él.

―Kyoki, ¿de verdad vas a irte? ¿Renunciar ante tu finiquito, tu mensualidad?

Me acerqué a él ―. Escucha, te voy a decir algo que debí decirme hace mucho, mucho tiempo ―tomé aire ―. A veces el dinero no es lo más importante, ni lo es la familia con la que creciste; sino la familia que eliges. Jungkook es mi familia, es mi hogar. No es perfecto, ni tenemos mucho dinero como tú, pero somos felices. Juntos. Pude sobrevivir sin el finiquito por meses, puedo hacerlo de por vida.

Sin decir más, me coloqué el abrigo sobre la pijama y salí de la habitación.

No tenía a nadie para regresar, si Jungkook me daba la espalda, no tendría hogar al cual ir, pero de eso me preocuparía después. Primero tenía que pedirle disculpas y darle una larguísima explicación.

N/a
Os lo publico porque no me pude resistir jiji 😜

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora