Chapter 4 ; surprised

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Unos días después, me encontraba en el taller de escultura, la noche había llegado desde hacía mucho tiempo y la lluvia que golpeaba las ventanas no me interrumpían gracias a los cascos

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Unos días después, me encontraba en el taller de escultura, la noche había llegado desde hacía mucho tiempo y la lluvia que golpeaba las ventanas no me interrumpían gracias a los cascos. Esa noche había decidido quedarme hasta tarde, porque así sería más fácil continuar sin ningún tipo de impedimento para desconcentrarme.

Desde que había regresado del piso de Jimin, me había llegado una iluminación después de haber isto su pequeño jardín. Y la verdad es que estaba orgullosa de lo que pensaba hacer, solo tenía que arreglar un poco, modificar de cierta manera lo que ya tenía y...

―¡Mierda! ―exclamé cuando pronto sentí que alguien me tocaba del hombro.

Al darme media vuelta, con el martillo y un sincel en las manos, me encontré con el cuerpo de un chico.

Su cabello era negro como la noche, largo, demasiado largo. Se encontraba vestido con un suéter negro y en el puente de su nariz descansaban unos anteojos. De solo verme con mis instrumentos para defenderme, él alzó las manos en seña de rendición.

―¿Acaso no viste que alguien se encuentra aquí? ―bramé molesta por el susto.

La verdad es que me ponía de mal humor cuando este tipo de cosas pasaban. Mis hermanos, más Taehyung, siempre se encargaba de asustar cuando tenía la oportunidad de pequeños. Desde entonces siempre me ponía a la defensiva cuando algo así pasaba.

―La verdad es que pensé que se encontraría vacío. Me iba a encontrar con alguien aquí ―sentenció él, mientras miraba las cosas que se encontraban a su alrededor, como si estuviera en un museo ―. Vosotros los artistas son unos raritos, ¿qué mierda significa esto?

Mis ojos se dirigieron hacia lo que él apuntaba, solo para darme cuenta que se trataba de una escultura, precisamente la de Go Hara. Fruncí el entrecejo.

―El arte es abstracción, no debes entenderla, solo sentir algo al respecto ―le expliqué ya más tranquila.

―¿Aunque el sentimiento sea de repulsión?

Asentí ―. Ese es el punto de toda esta mierda.

El chico solo asintió, mientras hacía un sonido con su garganta, entendiendo mis palabras. Después de ello, caminó unos pasos hasta llegar hacia donde yo me encontraba. Solo para demostrarme cómo le llamaba la atención lo que yo estaba haciendo.

―¿Por qué se ve tan desgastado?

―El explicar una escultura mata el encanto ―comenté entre una sonrisa que se borró pronto ―. Disculpa, ¿a quién esperas? La verdad es que tengo mucho trabajo y tu presencia me incomoda.

―Ah, sí, le llamaré ―mencionó mientras sacaba su móvil de su bolsillo. Pasando de su mirada, por un segundo, intentando volver a lo mío, escuché atentamente cómo es que llamaba a su amigo ―. Tío, me dijiste que estarías en tu taller. Sí, que yo he llegado, pero no veo tu culo aquí. ¿Qué dices? Jo, tío, este lugar está lleno de cámaras, claro que no forcé la puñetera entrada. Qué no, no hubo necesidad, hay una... ¿ya vienes? Vaaale ―pronto le vi cortar la llamada ―. Ya viene.

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora