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El aire acondicionado era lo único que me permitía no morirme de calor

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El aire acondicionado era lo único que me permitía no morirme de calor. El clima, últimamente era horrible, demasiado calor como para estar fuera, sin embargo, tenía que hacerlo. Y lo peor de todo, es que debía hacerlo con ropa oscura, lo cual hacía las cosas mil veces peor. 

Las personas a mi alrededor lo único que hacían era darme las condolencias por mi pérdida, a mí, a mis hermanos y a mi madrastra. Quien no dejaba de llorar como si su vida dependiera de ello. Ninguno de nosotros soltó una lágrima, creo que estábamos más sorprendidos por el asunto que no podíamos digerir que en realidad nuestro padre había fallecido. 

―¿Quieres algo de beber? ―le pregunté a Taehyung cuando me di cuenta que estaba perdido en sus pensamientos, viendo la fotografía de nuestro padre sobre un altar. Negó con la cabeza. Miré hacia mis otros hermanos y no se veían diferentes a Tae. 

Me levanté de mi lugar para ir hacia el área de cafetería. No había comido nada desde que nos habían dado la noticia, no porque necesitara hacerlo, pero porque no me sentía con humor de hacerlo. 

Era extraño. 

Mi padre no era la mejor persona del mundo, sin embargo, siempre se encargó de darnos lo mejor. Aún cuando no sabía cómo expresar sus sentimientos hacia nosotros, aún cuando lo único que sabía hacer era manipularnos, él siempre nos quiso. O eso dijo cuando escribiró cartas para sus hijos antes de morir. Cuando dividió su fortuna en exactamente cuatro partes, dejándonos a todos una cantidad exacta y nada a su esposa. 

Descubrí que mi padre nos quería cuando tenía aún una fotografía de nosotros de críos en su escritorio. Y uno de los cuadros de mi exposición de clases en su oficina. 

Y ahora, solo decidió decirnos que nos quería justo antes de irse y dejarnos. Creo que estaba más molesta con él por ello que por todos los años en los que decía que no me quería y lo único que hacía era alejarme. 

Con manos templorosas, cogí un vaso de unicel para servirme un poco de cafe, sin embargo, creo que el hecho de no comer, hacía que las cosas fueran mucho más complicadas, porque pronto tiré todo el café sobre mi mano. Un siseo brotó de mis labios al sentir el calor sobre mi piel que se volvía roja cada vez más.  

―Creo que ya has tenido suficiente de eso ―ya sabía que él se había acercado a mí mucho antes de escucharle hablar, gracias a su fragancia. Han pasado meses, pero yo jamás podría olvidar su olor dulce ―. ¿Te duele? 

Como la mierda, quise decir, en su lugar, solo dije ―. ¿Qué haces aquí? 

Los ojos de Jungkook me miraron como si me hubiera salido una cabeza extra, aunque también había un sentimiento de comprensión. Me conocía tan bien que seguro sabía que me pondría a la defensiva porque era mejor de esta manera que mostrar mis verdaderos sentimientos o lo que pensaba. 

Cuando abrió la boca para decir algo, sentí cómo alguien más me abrazaba. No tenía que ser un genio para saber que se trataba de Yoongi. 

―No tienes porqué mentirme, sé que estás de la mierda ―murmuró sobre mi oído ―. A mí no me puedes mentir nunca. 

Hard to love | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora