POV JULIANA.
Tenía mi cuerpo cubierto de una fina capa de sudor y me sentía tan increíble en este momento. Había estado deseando y necesitando tanto el estar así con Val, es que con ella todo es tan diferente, nadie me había excitado tanto como lo hace mi hermosa castaña.
Valentina lo es todo para mí, es la compañera perfecta para viajar al placer, amo ver su rostro cuando se corre y amo la forma en que me hace sentir cuando ambas llegamos al clímax.
Se veía tan caliente mientras se chupaba los dedos, sus ojos se cerraban ligeramente mientras gemía suavemente. Sonreí y de inmediato se me ocurrió un plan perfecto, así que besé sus labios, probándonos mutuamente antes de sepárame un poco de ella sin dejar de mirar su hermoso rostro.
- Tú y yo tenemos un desastre ahí abajo que debemos de limpiar - dije acercándome a su oído - Sé de primera mano que eres tan buena con la lengua como con los dedos - besé su mejilla y luego mordí su clavícula duramente.
- ¡Aush! Duele, pero me gusta, ¿qué propones? - soltó un gemido de deseo y el ruido me hizo gruñir.
- ¿Qué te parece si nos damos placer al mismo tiempo? - hice un gesto sugerente con mis cejas.
- ¿Quieres que hagamos lo mismo de hace poco? Bueno, pero esta vez yo voy arriba.
- Mmm nop! Te dije que era hora de comerme mi postrecito, ¿te gustaría hacer lo mismo? - pregunté con una sonrisa maliciosa.
- ¿Hacer qué? - entendió a los pocos segundos - ¡Ooh sí, claro que me gustaría!
Bastó que dijera esa para que estuviéramos en la posición 69, mis manos tomando sus piernas separadas mientras miraba hacia abajo con excitación su sexo desnudo y reluciente. Gemí al verla, acariciando sus muslos suavemente y sonreí al sentir el pequeño y cálido aliento de mi novia en mi propio sexo; la sensación ya me mojaba de nuevo, su olor me estaba volviendo loca y apenas podía controlarme.
Empecé a besar sus muslos, mordiéndolos y pellizcándolos, provocándola mientras gemía, sentí que ella comenzaba a hacer lo mismo y de verdad que lo estaba disfrutando. Besé todo su sexo y sus muslos, dejando marcas por donde pasaba, escuchando pequeños gemidos y sintiendo sus manos agarrar mi trasero; la sensación era estupenda, no pude evitar sumergirme en su coño.
Lamí sus pliegues, recogiendo su esencia, disfrutando muy bien el sabor. Ella gimió ante eso, y poco después sentí su lengua recorrerme, haciéndome soltar un suspiro tembloroso.
Empecé a chupar su clítoris, esa zona sensible que palpitaba mientras lo tomaba, lo hacía con dureza, sus manos agarraban mi trasero con más fuerza, haciéndome gemir. Ella soltó un fuerte gemido y sus piernas lucharon por cerrarse ante mi ataque, pero las mantuve separadas, solo dándole más placer, sonriendo con suficiencia ante sus fuertes gemidos y gritos. Ella empezó a hacer lo mismo en mí poco después, jadeé ante la sensación, solo agarrándola con más fuerza y comiéndomela más. Sabía increíble, como una fruta deliciosamente pecaminosa.
Val temblaba debajo de mí, su lengua trataba de copiar mis acciones. Empecé a moverme sobre su cara, asegurándome de darle suficiente tiempo para respirar... Metí mi lengua en su entrada y su gemido en mi sexo me calentó más allá de lo que podía pensar... Empecé a follarla con la lengua, metiéndola lo más profundo que podía y curvándola, tratando de encontrar su punto G. Ella hizo lo mismo, y tan pronto como su cálida lengua entró en mí, la sensación hizo que mis piernas comenzaran a temblar, gemí en voz alta mientras ella me follaba, apreté su rostro con más fuerza, sintiéndome más cerca de alcanzar el clímax.
Golpeé cierto punto en ella, haciéndola sacudirse violentamente, gritando en mi coño. Sonreí curvando mi lengua y golpeando en ese lugar repetidamente, mi novia luchaba por hacerme lo mismo, pero por momentos se detenía.

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Volverte a ver...
RomansaDos almas que muy poco creen en el amor, se encuentran por cosas del destino. El mismo destino las lleva a experimentar un momento lleno de intensidad para luego separar sus caminos. ¿Qué pasará cuando con el tiempo y sin siquiera imaginarlo, se vue...