Los días pasan y con ellos un sube y baja de emociones, siento que vivo en una montaña rusa; al estar en la cima puedo experimentar una gran felicidad, pero luego viene la caída, ese vacío que no me emociona, al contrario, la sensación es desagradable, porque al caer siempre termino llevándome tremendo batacazo, sí, un golpe de esos que duelen y mucho.
En mi vida han sido más los malos momentos que los buenos, he ganado mucho, pero también he perdido demasiado. Hace aproximadamente 5 años y medio perdí al ser más valioso que tenía, a mi madre, ¿aun duele? Coño, eso nunca deja de doler...
Ella tenía meses de estar luchando contra un cáncer de colon y todo apuntaba a que lo iba superando, pero luego de un tiempo, las cosas cambiaron para mal. Era como si sus ganas de luchar se fueron a la basura, en sus ojos reflejaba una gran tristeza y dolor, no precisamente un dolor físico. Me partía el corazón verla así, ver como trataba de mostrarme su mejor cara, de hacerme creer que todo estaba bien, siempre decía que yo era su única razón para vivir, ¿por qué solo yo y no también mi papá? Éramos una familia de 3, una familia que hasta ese momento creí que era la mejor, pero me equivoqué... En conclusión, a mi madre no solo fue el cáncer lo que la mató, fue la tristeza, esa que le provocó el hombre que juró amarla y respetarla por siempre.
Con la muerte de mi mamá también perdí a mi papá, de cierta manera él también murió ese día o al menos inicio el camino que lo llevaría a reunirse de nuevo con ella. Mi padre fue por mucho tiempo mi ídolo, mi ejemplo a seguir, él era ese esposo amoroso, atento y detallista a más no poder, junto con mi madre me hacían creer que el amor verdadero sí existía, que eso de las almas gemelas era cierto... ¡Patrañas!
- ¡Hey, colega! Tierra llamando a mi mejor amiga...
- ¡Hola! ¿Decías algo? ¿Hace mucho que estás aquí?
- ¡No! Y antes de que digas algo, sí toqué la puerta, pero no me respondiste, por eso entré y te encontré aquí perdida en tus pensamientos. Sé que tú siempre andas en la Luna, pero te siento más ausente, ¿pasa algo?
- ¡Nada! Bueno, la verdad es que sí... Hoy me vinieron a entregar estos documentos y no sé qué hacer, no sé qué sorpresitas más tiene la vida para mí, ¡estoy harta!
- Por tu cara y tu reacción, estoy segura de que no son buenas noticias, ¿me puedes hacer un resumen?
- ¿Recuerdas que te había contado acerca de la casa de mis padres en Galicia?
- ¡Claro! Recuerdo las fotos que me mostraste y de las historias tuyas y de tus padres en ese lugar... ¡Es una pena que tu padre la haya vendido!
- ¡Ahí está el detalle! Este documento de acá dice que mi querido padre nunca vendió esa propiedad, ¿sabes que significa esto? Que mintió, que fue mentira que sus viajes a Galicia eran solo para eso.
- Bueno, ya sabemos que pasó en su último viaje a Galicia...
- ¿Qué traicionó a mi madre con otra mujer? Eso no tienes que recordármelo, créeme que lo tengo muy presente, lo que no me cabe en la cabeza es el por qué nos hizo creer que había vendido la casa y resulta que no fue así, que forma parte de mi herencia.
- ¡Wooow! Entonces tu viejo no solo te dejó una buena suma de dinero en el Banco, sino que también esa preciosa casa en la que creciste, ¿qué piensas hacer?
- ¡Venderla! Adri, hace aproximadamente 10 años que me vine de Galicia, el lugar al que nunca he querido regresar, lugar en que lo único importante que tengo es a mis padrinos, que si bien quiero verlos solo es cuestión de una video llamada porque no hay manera de hacerlos viajar a Madrid, ¿para qué quiero yo conservar esa casa?
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Volverte a ver...
RomanceDos almas que muy poco creen en el amor, se encuentran por cosas del destino. El mismo destino las lleva a experimentar un momento lleno de intensidad para luego separar sus caminos. ¿Qué pasará cuando con el tiempo y sin siquiera imaginarlo, se vue...