28. Lazos de amor...

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Durante el viaje de regreso a Galicia la intranquilidad se apoderó aun más de Juliana, lo único que le deba un poco de calma eran las palabras de Val diciéndole que todo iba a estar bien; agradecía el tener a su lado a ese ángel a quien llamaba novia, esa que no le había soltado la mano en ningún momento y que hacía todo lo posible para sacarle una sonrisa.

- Podemos ir a tu casa a dejar todo el equipaje y luego vamos al hospital, ¿vale? - le preguntó Val en cuanto llegaron al aeropuerto.

- ¿Podemos ver a Max antes de ir al hospital? Necesito verlo, quiero saber cómo está. Ya sabes, es que lo extraño mucho.

- ¡Vale! Dejamos las maletas en tu casa, después vamos a ver a Max y luego al hospital. - respondió Val.

- No me gustan los hospitales - comentó Juls - Ojalá no fuera necesario ir, pero...

- Lo sé, amor! Escucha, hay que pensar en positivo, además, no irás sola - le acarició el rostro - Yo estaré contigo en todo momento.

- ¡Gracias, preciosa! - le dio un beso.

Hicieron las cosas tal y como lo planearon y sin perder tiempo. Lo que más deseaba Juliana era ver a Max, darle un abrazo y decirle que todo iba a estar bien aunque ni ella misma sabía a ciencia cierta lo que estaba sucediendo.

La reacción del niño al verla le dibujó una gran sonrisa en la cara, el abrazo que recibió la hizo sentirse completa, y es que era evidente que ambos se habían extrañado mucho.

- July, regresaste! - le dijo él en medio del abrazo - Yo te extrañé muchísimo. Pensé que te ibas a quedar viviendo en el otro país.

- ¡Yo también te extrañé, campeón! ¿Cómo estás? - le preguntó - Te veo más grande, has crecido mucho en estos días. ¿Cómo crees que me iba a quedar por allá?

- Estoy grande y fuerte porque me he comido toda la comida que tita Carmen me ha preparado y porque le ayudo a tito Pedro con el trabajo, dice que soy su asistente y hasta me da dinero por eso... - volvió a ver hacia la puerta - Valeeeeen - gritó en cuanto vio a Valentina entrar.

- ¡Hola, bebé! - lo abrazó - Que abrazo más rico, ¿Cómo estás, príncipe? Yo te veo más guapo - le dijo ella.

- ¡Gracias! - respondió él un poco sonrojado - Hice lo que me dijiste...

- ¿Y qué fue lo que te dije? - preguntó confundida la castaña.

- Es que yo estaba con mi mami y ella se empezó a sentir mal y cayó al suelo, entonces me asusté mucho porque mami no reaccionaba, luego recordé aquel día que estábamos viendo la serie de doctores y me explicaste que ante una emergencia había que llamar al 911.

- Max, ¿tú fuiste quien llamó a la ambulancia? - preguntó Juls.

- ¡Sí! Yo estaba con mamá porque ella regresó de su viaje, pero entonces se puso mal y la ambulancia se la llevó. Estoy triste porque la quiero ver, ¿tú me vas a llevar a verla? ¿Cuándo va a venir ella por mí? - preguntó triste.

- Escucha, tu mami va a estar bien - le dijo Val ante el silencio y la cara de confusión de Juls - Nosotras iremos a verla primero, luego tú la podrás ver, ¿vale? Hiciste muy bien en llamar a emergencias - lo felicitó - Yo sabía que mis series iban a servir de algo...

Se despidieron del niño dejándolo un poco más tranquilo debido a la promesa que le hicieron de llevarlo luego a ver a Aurora, también porque le dijeron que habían comprado muchos regalos en Italia y Francia, los cuales le entregarían después.

Ya en el hospital se encontraron con Carmen y con Pedro, los saludaron para luego ponerse al tanto de lo que realmente estaba sucediendo.

- Necesito una buena explicación de todo lo que está sucediendo - les dijo Juls - ¿por qué Aurora está en este lugar? ¿Cómo es eso que nunca se fue de viaje? Se supone que el niño estaba con vosotros dos y ahora resulta que no, que fue él quien llamó a emergencias.

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