16. REVELACIONES.

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Días después.

POV JULIANA.

Desperté con la mano de Val en mi cintura, y su pierna encima abrazándome fuertemente usando mi espalda como almohada. Aunque no lo parezca, es muy cómodo despertar de esta manera, sentir su tranquila respiración me da cierta calma... Me mantuve un rato así sin querer moverme para no despertar a mi princesa, pero luego vi la hora en el reloj que está sobre mi mesita de noche y supe que debíamos de levantarnos, supongo que Max ya lo había hecho y que de seguro ya tenía un desastre en la cocina, producto de la simple tarea de servirse el cereal.

- Cielo... - me intenté mover, pero se subió más sobre mí, abrazándome más fuerte - Bebé, despierta...

- Mmm nooo! - susurra muy cerca de mi oído provocando que mi piel se erizara.

- Claro que sí, dormilona! Ya es hora de levantarse.

- Quedémonos un ratito más... - suspira y me da un beso para luego volverse a acomodar.

- Princesa, si quieres entonces sigue durmiendo tú, pero al menos deja que yo me levante.

- Noooo, Juls! Estoy muy cómoda aquí... - puedo asegurar que en estos momentos está sonriendo.

- Tú sí, pero yo no... - me intento mover - Deja que me levante.

- Ush, está bien... - se gira y ahora yo me acuesto sobre su pecho - shu shu, vete! Dijiste que te tenías que levantar. - se queja.

- Creo que sí puedo quedarme aquí unos 5 minutos... - ella simplemente se ríe y besa mi cabeza.

- ¡Buenos días, cariño! - acaricia mi mejilla.

- ¡Buenos días, mi cielo! - beso su mandíbula - ¿Cómo amaneciste?

- Muy bien, como siempre que duermo contigo... - me abraza muy fuerte - ¿Y tú?

- ¡Yo muy bien! - respondo - Hay que llevar a Max al kínder, ¿quieres acompañarme o tienes algún otro plan?

- Mmm llévalo tú, así yo aprovecho y te echo una mano ordenando la casa. Anoche dejaron la sala hecha un desastre.

- Ok, pero sí te pido un favor... No te pongas a cocinar nada, ya sabes que no es recomendable que te metas a la cocina sin la supervisión de un adulto, ¿vale? - la molesto.

- Ay, pero sí estoy tratando de mejorar...

- Lo sé! Te felicito por eso, aun así, mantente alejada de mi cocina si yo no estoy - le doy un pico - Me iré a bañar... - intento levantarme, pero me detiene.

- ¿Te acompaño? - pregunta con una sonrisa pícara, sé que solo me está provocando.

- ¿Segura? - le sigo el juego - ¡Pues vamos! Eso sí, de una vez te digo que no me hago responsable de lo que pase ahí adentro.

- ¡No me provoques, Valdés! - responde sonrojada.

- Tú empezaste...

Entré al baño para tomar una ducha, luego me di cuenta de que por andar con jueguitos había olvidado el resto de mi ropa, solo tenía la interior, así que salí envuelta en una toalla. No pude evitar sonreír al ver que Val no apartaba su vista de mí.

- ¿Te gusta lo que ves? - no respondió de inmediato, estaba muy concentrada. Reaccionó hasta que sintió mi mirada sobre ella

- Yo... yo... - apartó la mirada - Creo que también debería de tomar una ducha.

- Respóndeme, ¿te gusta lo que ves? - me reí y me coloqué arriba de ella en la cama para besar su cuello.

- Juls, yo... por favor! Sabes que sí, que me encantas toda tú - sus manos se aferraron a mi cadera. Mientras, yo seguía besando desde su clavícula hasta llegar a su boca, sin querer hice un movimiento con mi rodilla sobre su entrepierna y fue cuando escuché como gimió - Juuuls - rápidamente dio vuelta quedando sobre mí, eso realmente me sorprendió. Empezó a morderme el cuello.

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