41. SACRIFICIOS.

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POV VALENTINA.

Las cosas en casa han estado algo tensas estos días; por un lado el estrés se ha estado apoderando de Juliana, y por otro lado se han estado presentando ciertos problemas con Max, como el hecho de que no ha querido dormir solo en su habitación, ¿qué significa esto? que un pequeño intruso se nos ha estado colando en la cama desde el día del funeral de su madre.

Paciencia y comprensión eran dos cosas que debíamos de tener con el enano, y es que no podíamos negarle el que durmiera con nosotros, aun sabiendo que debido a ello a Juls y a mí se nos dificultaría el tener privacidad para nuestros asuntos de pareja. Habíamos tenido intimidad solo una vez y no precisamente de la manera en que deseábamos; fue algo rápido mientras tomábamos un baño juntas, algo que iba bastante bien hasta que Max tocó la puerta del baño y nos cortó el rollo.

- ¿Segura que te encuentras bien? – me preguntó Monse mientras estábamos en la cafetería – Te veo un poco cansada.

- Más que cansada, me siento desanimada... - respondí – Ni siquiera sé cómo explicarme, es que son muchas cosas juntas.

- ¿Ha sucedido algo con Juliana?

- No, con ella no ha sucedido nada! – guardé silencio unos segundos – Nada de nada – suspiré – o casi nada. Con ella las cosas están bien, no hemos discutido ni nada parecido, entonces por ese lado no hay que preocuparse.

- ¿ Y por qué sí hay que preocuparse? Volvieron a tener otro problema con Carlos? ¿A qué te refieres con qué casi nada? Se más clara, tía.

- Ahorita no hablemos de Carlos, por favor! Lo que pasa es que estoy tensa, tensa por todo el deseo y las ganas que le tengo a mi novia, pero que debo de aguantar debido a la falta de privacidad que tenemos, ¿entiendes?

- Mmm supongo que la falta de privacidad se debe al pequeño Valdés, ¿aún sigue durmiendo con vosotras? - asentí - ¿Puedo preguntarte algo? – asentí de nuevo – Jamás imaginaste que las cosas se iban a volver tan complicadas, ¿cierto?

- Sabía que no iba a ser fácil, pero como lo has dicho, jamás imaginé que todo sería tan complicado. Max llora por su mamá, pero no es ese el motivo por el que no quiere dormir solo, no es la muerte de Aurora lo que le provoca pesadillas, sino el saber que Carlos se encuentra aquí, piensa que puede llegar por la noche y se lo llevará lejos de Juliana.

- ¿Han hablado con él al respecto? ¿Qué dice Juliana de todo esto?

- Ella se la pasa diciéndole que nada de eso sucederá, que Carlos no va a llegar por la noche a llevárselo, que ella por nada del mundo va a permitir que los separen, y pues claro, no tiene corazón para obligarlo a dormir solo.

- E imagino que tú tampoco tienes corazón para ello, es más, así Juliana se negara, tú no lo dejarías durmiendo solo. Las entiendo a ambas, ¿pero qué hay de vosotras dos?

- ¡No lo sé! La prioridad para ambas ha sido el niño, yo no puedo ir en contra de eso... Es que ni siquiera me pasa por la mente el ver a Max como un problema entre Juliana y yo. Amo a ese niño con mi vida y amo a su hermana de una manera que nunca pensé que fuera posible – no pude evitar sonreír – me la quiero comer a besos cada vez que veo lo genial que es con Max, como se esmera para hacerlo sentir bien y seguro, como hace todo lo posible para hacerme feliz a mí.

- Sé lo mucho que los amas y que jamás la pondrías a escoger entre tú y él porque sales perdiendo, amiga mía – se puso a reír - ¡Es broma! Escucha, entiendo la situación con Max y lo importante que es para ambas el que él esté bien, a todos nos importa mucho eso, pero la verdad es que tú y Juliana necesitan de su tiempo a solas.

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