5. El gran tesoro.

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En cuanto Juliana se fue, Valentina quiso seguirla pero, ¿qué más le iba a decir? ¿qué la perdonara? Ahora más que nunca se encontraba confundida, con más dudas y un pesar enorme por lo que había dicho, por no solo haber lastimado a Juliana con lo que le dijo, sino que también por haber mencionado a su mejor amiga en dicha situación.

Corrió hacia el cuarto en el que dormía, lo único que quería era llorar y no ver a nadie, no decir nada más, ¿qué le diría a Monserrat y a Santi? ¿con qué cara los vería a los ojos? Quizás lo mejor era regresar a Madrid, sí, lo mejor era irse para así evitar hacerle daño a las personas que quería, ¿estaba Juliana en esa lista? Lo único que sabía Valentina es que esa mujer le provocaba muchas cosas desde el primer momento en que la vio y sintió como si ya la conociera, y también sabía que lo que vio en sus ojos luego de aquel intercambio de palabras nada agradables, le provocó mucho dolor.

Santiago había querido detener a Juliana, él sabía que algo había pasado, pero Juliana no quiso dar detalle alguno, solo se limitó con decirle que no se preocupara, que siguiera disfrutando de su cumpleaños y que luego hablarían de todo. La que sí no se había quedado de brazos cruzados fue Monserrat, luego de decirle a Santi que ella averiguaría lo sucedido, fue en busca de Valentina.

- ¿Puedo pasar? - le preguntó luego de tocar la puerta, pero como única respuesta obtuvo lo que parecían ser los sollozos de Valentina, así que decidió entrar. - ¿Qué fue lo que sucedió, Valen? - la castaña estaba acostada boca abajo, cubriéndose la cabeza con una almohada - Tú y Juliana discutieron, ¿cierto? Basta con ver como se fue ella y como te encuentras tú en este momento... - suspiró - ¡Valentina, háblame por favor!

- Soy una persona horrible... - dijo con dificultad.

- ¿Por qué dices eso? Dime que fue lo que pasó, dímelo antes de que Santiago venga y lo quiera averiguar.

- ¿Ella no le dijo nada? - preguntó en la misma posición.

- ¡No! Juliana solo se despidió sin dar detalles, pero se le veía afectada, y Santi no se va a quedar tranquilo hasta saber la razón.

- ¡Todo es mi culpa! - se sentó en la cama - Yo le dije cosas horribles...

- ¿Qué le dijiste?

- Hace unos días Marcos me contó acerca de lo que había pasado con Juliana y del por qué ellos no se llevaban bien, ¿tú de verdad no sabes nada de eso?

- Solo sé que Juliana y el hermano de Marcos tuvieron un problema, pero la verdad es que Santi no me ha dado muchos detalles, él quiere y respeta mucho a July y dice que ese es un tema de ella y que solo a ella le compete.

- No había querido hablar de esto, pero creo que es momento que lo sepas... - Valentina empezó a contarle lo que Marcos le había dicho, no podía descifrar la cara de Monserrat al escuchar cada palabra. Ya para cuando acabó, quiso saber que era lo que pensaba su amiga - ¿Ahora entiendes el porqué de mi comportamiento con Juliana?

- ¡Un momento! - Monserrat empezó a caminar de un lugar a otro - ¿Me estás diciendo que creíste cada palabra que ese tío te dijo y que luego le echaste todo en cara a Juliana? ¡Joder, Valentina! ¿Con qué derecho haces eso? Es que no entiendo como es que confías en todo lo que Marcos te diga, es obvio que no le tiene buena voluntad a Juliana y que por lo tanto va a hablar mal de ella... - se detuvo un momento - Tú simplemente decidiste creerle y no conforme, decidiste ir y reclamarle a ella, ¿con qué derecho? Suponiendo que todo fuese cierto, cosa que no creo, ¿quién eres tú para juzgarla por errores del pasado ?

- ¡Entiéndeme, Monse! Sé que no tengo ningún derecho, pero quería enfrentarla, quería desenmascararla, decirle que no creía que sea tan buena como todo el mundo dice, que una persona capaz de haber hecho lo que se supone que ella hizo, no puede ser tan buena como aparenta.

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