32. En las buenas y en las malas...

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Tanto Juliana como Aurora se mostraron sorprendidas al ser interrumpidas, aunque bastaron unos segundos para que en la cara de la morena se mostrara una gran sonrisa, claro que conocía esa voz, si con solo escucharla el corazón le latía más rápido.

- De verdad siento mucho entrar así, pero es que llegué y no encontré a nadie y me pareció extraño, y más extraño me pareció que todo estuviera tan tranquilo. - les dijo Val - ¿Todo bien por acá?

- Hola, Valentina! - saludó Aurora - No te preocupes, todo está bien, Juliana y yo hemos platicado tranquilamente. No interrumpes nada.

- ¡Así es! - respondió Juls - ¿Acaso te imaginabas que íbamos a estar discutiendo? Que mal concepto tienes de mí, Carvajal. - se hizo la ofendida.

- ¡Jamás, tú eres super tranquila! - dijo con sarcasmo - ¡Hola, amor mío! - le dio un beso - ¡Hola, Aurora! - saludó a la otra mujer - ¿Cómo está? ¿Cómo me la han tratado?

- Me siento mejor! Realmente el no tener que estar sola y en el hospital ha hecho que me sienta mejor, además, Carmen y Pedro son excelentes anfitriones, han hecho de todo para que me sienta cómoda.

- Imagino que sí, ambos son excelentes personas - volvió a ver a Juliana - Imagino que se fueron para que pudieran hablar más cómodamente, no los vi ahorita que llegué. Pero bueno, ¿qué tal todo por acá?

- Todo está bien, amor - respondió Juls - Aurora aclaró mis dudas y ya todo está bien - le sonrió a ambas - luego te contaré... Justo ahorita estábamos hablando de Max, por cierto, ¿dónde está mi enano?

- Tu enano está ahí afuera jugando con Lanna y Adán, le dije que esperara a que le avisara que podía entrar, primero quería ver que todo estuviera bien por acá. Está muy ansioso por enseñarle a su mami a la pequeña bola de pelos.

- Él ama a los animales! - dijo Aurora - Si por Max fuera tuviera todo un zoológico en casa, pero con Carlos era imposible tener una mascota, siempre maltrató a cada criatura que se le atravesara en su camino.

- Pero eso va a cambiar... - intervino Juls - En casa tenemos a Lanna y ahora a Adán, y si el día de mañana el niño quiere un elefante se lo conseguimos, bueno, un elefante no, es muy grande, el caso es que Max ahora puede tener y disfrutar de sus mascotas.

- Dijo la que en un principio se oponía a adoptar a Adán - comentó Val - Es que la tiene que ver, Aurora, ahora resulta que Juls se pelea con Max porque quiere que el gato duerma con ella y no con él. Tengo que estarlos regañando, parece que tengo 2 niños en casa y no uno.

- Es que Max quiere todo para él - se quejó Juls - primero me roba a Lanna y ahora también tiene a Adán. Solo falta que también te robe a ti.

- Veo que se divierten mucho, me alegra saber que Max se la está pasando muy bien con vosotras dos. No hay nada mejor para una madre que el saber que su hijo está en buenas manos.

- Lo más importante para mí es que Max sea feliz - respondió Juls - Sé que nada puede reemplazar el amor de una madre, pero como su hermana mayor haré todo lo que esté a mi alcance para que él crezca en el mejor ambiente y que nunca le falte amor.

- Juliana, haré lo que me pediste, dejaré legalmente estipulado que tú serás la tutora de Max. Lo menos que quiero es que de no hacerlo te vaya a ocasionar algún problema, si te soy sincera, en algún momento pensé que lo mejor era que el niño quedara con tus padrinos. - confesó Aurora.

- Por qué pensó eso? - preguntó Juliana - Yo soy su hermana, tengo todo el derecho y el deber de cuidar de él.

- Primero porque no sabía como ibas a reaccionar al enterarte de toda la verdad, también porque lo menos que quería era alterar tu vida, tu ya tienes muchas responsabilidades, tienes una vida en otra ciudad y tienes una relación que de alguna u otra manera va a cambiar.

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