Capítulo XIV - En llamas

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Capítulo XIV – En llamas


El tour especial de Club Zero inició.

Isaac, junto con los demás organizadores, dieron luz verde para salir a la calle rumbo a su primer destino: un establecimiento catalogado como uno de los mejores bares de «chupitos» de isla Blau.

En el camino, alrededor de sesenta personas disfrazadas de diversos personajes recorrían con emoción las calles de ciudad universitaria.

El ambiente convocaba a una diversión sin precedentes, el ánimo general sobrevolaba las nubes y la mayoría quería empezar de una vez con una fiesta inolvidable de proporciones épicas.

Tal y como Emma y Natasha habían acordado. Sus grupos se fusionaron para aumentar la diversión entre todos y sentirse más acompañados, en el caso de la rubia.

Por suerte ella ya había conocido a alguno de ellos por la terapia de Barrientos.

En el trayecto hacia el bar, un muchacho con peluca rubia, traje y gorro verde, con una espada de un lado de su cinturón y una ocarina colgada del otro, que respondía al nombre de Matt, fue muy amable con Emma. Brindó diversas y curiosas soluciones para las jaquecas.

Algunas soluciones partían desde recetas caseras con hierbas y plantas medicinales que Emma jamás había escuchado hablar en su vida.

Aunque la platica con Matt era interesante, la atención de Emma solo podía volcarse en una persona: Vanesa, quien caminaba en frente y muy pegada a Eva.

Verlas reír y parlotear a los gritos, le hervía la sangre.

Eva tenía un perfil un poco abrumador y severo a juzgar por las pocas veces que había tenido contacto con ella, pero pasar de ser una hippie malhablada a una asesina... era algo que se salía del molde por completo.

De repente Emma fue abordada por Julia, quien le ofreció un cigarro. Ella aceptó y lo encendió.

Algo de lo que se arrepintió cuando tuvo que soportar todo el último tramo del trayecto con el discurso de Matt sobre todas las consecuencias negativas que acarrea ser fumadora.

A la plática le siguió una muestra de videos muy gráficos sobre la comparación de los pulmones normales con las aberraciones asquerosas de tinte negro con formato de pasa de uva podrida que parecían los pulmones de un fumador promedio.

Por suerte solo le bastó un gesto para que el joven cambiara el tema de conversación hacía, a saber por qué: búhos.

Más temprano que tarde, llegaron a su destino y se formó una fila hacia la entrada al bar.

Emma continuó divisando atenta, cada paso que realizaba su amiga.

No la podía perder de vista ni un segundo. Cualquier cosa podía llegar a suceder.

De repente y sin aviso previo, sintió cómo su mundo entero se fue a pique: un hombre con una siniestra calavera blanca le cerró el paso antes de ingresar y le apuntó con una pistola directo a su rostro.

Emma se paralizó. Lo mismo que había sucedido en la visión. Y lo había olvidado por completo.

Emma ahogó un grito de desesperación y se echó un paso hacia atrás...

Y todos estallaron en risa.

—¡Tranquila, Honey! —dijo Eva, acercándose hacia ella.

La muchacha abrió su boca, el encapuchado apuntó el «arma» hacia ella y disparó un líquido que Eva bebió.

A-Normal 2: Rompiendo el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora