Emma se encontraba, como todos los ingresantes del centenario de Vanlongward, muy emocionada de comenzar una nueva, apasionante y vertiginosa aventura.
El autobús que los llevaría al parque Aldebarán ya había llegado, se había estacionado frente a la inmensa fachada de la universidad, y los alumnos se encontraban en fila, esperando por abordar.
A ella le tocó el cuarto autobús. Tenía su maleta en mano, una mochila al hombro, y una sonrisa de oreja a oreja que nada ni nadie podría borrar en este espectacular viaje.
O al menos, eso fue lo que pensó...
Ya que alguien, a quien no esperaba ver de nuevo en su vida, apareció para demostrarle lo contrario. Zoey Fisher se adelantó a unas cinco personas que hacían fila detrás de Emma sin importarle nada, como siempre, y se colocó detrás de ella con una sonrisa socarrona, confiada y engreída.
Emma suspiró.
—¿Sorprendida de verme? —preguntó Zoey sacudiendo su flequillo hacia un lado, aunque para Emma, ella seguía siendo Ada— I'm back, bitch.
La rubia no se volteó para responderle y avanzó un paso.
—La verdad que no. Últimamente, me estoy acostumbrando a aceptar las desgracias que suceden en mi vida. —Remató la frase con una sonrisita, obviamente falsa.
—¡Oh! ¡Vaya! —Exageró la ojiazul—. ¿Es esto un intento desesperado para que tenga lástima por ti?
Ambas avanzaron otro paso, acercándose más a la puerta del autobús.
—Lo único que intento, con mucha desesperación. —La miró y le dedicó otra sonrisa—. Es hacer de cuenta que jamás te conocí.
Emma volvió la vista al frente. Zoey se le arrimó.
—Ooooh, eso sería genial. ¿Verdad? Solo imagínalo, poder volver al pasado y evitar conocerme... —Sacudió los hombros, relajada—. Por desgracia, eso no se puede. Como dice la frase: al pasado, pisado. Al presente, de frente...
—Ajá...
—Y sin apuro, lo único que nos queda... —Susurró a su oído, lentamente—. Es ver hacia el futuro...
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A-Normal 2: Rompiendo el destino
Fiksi IlmiahEmma Clark llega a la isla Blau y lo tiene todo: suite de lujo, una suculenta beca universitaria, una pareja de revista muy intelectual, fieles amigas y un misterioso pero útil don... Con este abanico de ventajas, nada podría salirle mal, pero claro...