Bienvenida~
El reto del sextember sale de la palabra sexo y septiembre combinadas, donde cada día implica un nuevo e interesante desafío.
Entra, da un vistazo y diviértete ;)
⚠️ Si no has jugado el juego, te advierto que este libro está lleno de s...
X: Sea buena con él y él lo será con usted - decía el hombre de edad avanzada, abrazando al muñeco entre sus brazos.
— No se preocupe, lo haré - decía la oji-(-) recibiendo ahora dicho juguete.
X: Lo lamento tanto - susurro en el oído de (t/n), la señora de la casa, dándole un beso en la frente al muñeco.
La pareja partió de su hogar con lágrimas en los ojos, aunque (t/n) pensó que quizás se debía a que tenían años, que no salían como le había dicho el anciano, recargada en el umbral de la puerta con "Ethan" en sus brazos, apenas vislumbro que el auto salió de la propiedad, entro nuevamente a la casa arrojando al muñeco lo más lejos posible de su vista, para poder vagar a gusto. Cuando vio el anuncio de que estaban buscando niñera, jamás se esperó que tendría que cuidar de un juguete, la paga era buena y ofrecía hospedaje y comida. Debía admitir que realmente era extraño todo el caso, pero no encontraría otro empleo igual a este, podía comer lo que quisiera y no tenía horarios. Así habían sido sus primeros días, solo perdiendo el tiempo en el interior de aquella mansión, hasta que Ethan le hizo saber que también estaba ahí.
+ ¿Por qué no juegas conmigo (t/n)? - decía la otra voz del lado contrario del teléfono.
Está lo soltó aterrada, teniendo un ataque de pánico, primero eran pequeñas cosas como ruidos en las paredes, pero después parte de sus pertenencias empezó a desaparecer y Ethan aparecía en diferentes lugares sin que ella lo moviera. Estaba a punto de empacar todo e irse cuando tocaron a la puerta de su cuarto, viendo en el piso un plato con un sándwich de mantequilla de maní y jalea, la comida favorita de Ethan, es entonces que comprendió que debía seguir las reglas tal como se lo habían advertido.
Cargaba a Ethan a todos lados, le daba de comer, incluso lo sacaba al patio para jugar béisbol juntos, cualquiera que la viera pensaría que había perdido la cabeza, pero sentía cierta conexión con el muñeco, dudaba si este realmente tenía el espíritu de Ethan adentro o algún otro ente, por loco que suene, empezaba a ser feliz a su lado.
Pero esta es una película de terror.
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— ¿Jay? - dijo la oji-(-) viendo a su exnovio parado en medio de la sala de billar.
J: Te iba a escribir una carta, pero ya me conoces, jamás me gustaron esas cosas - decía intentando acercarse a la fémina.
J: ¿Él es el pequeñito? ¿Cómo se llama? - pregunto intentando ver al "niño" en los brazos de (t/n).
— Ethan - respondió aferrándose más al muñeco.
J: ¡Ah! ¿Es una broma, no? Un niño saldrá corriendo en un instante - bromea el castaño, volteando para todos lados.
— No hay uno de verdad, me pagan por cuidar al muñeco - dijo la oji-(-) intentando ocultar el miedo en su voz.
J: ¿Es en serio? Bueno, así las cosas serán más sencillas, estaba pensando en una forma de encargarse del niño y hacer que /t/n) vuelva a su lado.
