Mi Luna (Kokushibo x tú)

Cap. 25: Duelo amistoso y Flashback

Los días fueron pasando. Para distraerse y olvidar el que no se haya podido transformar en demonio, Katzuki puso manos a la obra con su vestido de novia. Había visto en el pueblo varios modelos y tomó nota para tener una idea e inspirarse. Tenía en mente un kimono de boda, había visto uno azul que le había gustado mucho y quería tomarlo como el modelo principal. Kokushibo intentaba hacer que ella ocupara su mente, pues era consiente de que su chica tenía depresión. Había momentos en los que ella dejaba el trabajo avanzado de lado, pensando en mejor no casarse y seguir viviendo con su novio así como hasta el momento. Había otros en los que si se ponía a coser, pero... había perdido el entusiasmo. Pensaba que no valía la pena el trabajo de hacer un vestido si viviría muy poco tiempo. Kokushibo le decía que, fuera cual fuera su decisión, él la apoyaría.

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Era de noche ya. Katzuki se encontraba afuera de la cabaña, practicando algunos movimientos. Su novio había ido a cazar y ella, al estar sola y no poder dormir, decidió salir a entrenar. Eso la distraía también.

-¿Quieres pelear?- le dijo Kokushibo acercándose. Ella lo miró y le sonrió.

-Sí- le contestó. Kokushibo le regresó la sonrisa, pues hacía tiempo que ella no lo hacía. Desenfundó su katana y la chica se preparó, al igual que él.

-Un solo enfrentamiento- le dijo él- y quien suelte la espada pierde o si me hieres- Katzuki asintió y, sin pensarlo, se lanzó a él, que fue incapaz de ver hacia donde fue. "Pero, ¿qué?- pensó sorprendido- no era tan veloz antes". Giró la cabeza y la vio a sus espaldas. Sólo con el mundo transparente logró encontrarla. Bloqueó su ataque con su katana y saltó hacia atrás.

-No hagas trampa, amor- le dijo ella sonriendo.

-¿De qué me sirve tener seis ojos si no los puedo utilizar?- le respondió Kokushibo. La chica le sonrió de nuevo y el demonio continuó:

-Si me das permiso de usar el mundo transparente contigo más tarde, yo...- Katzuki enrojeció.

-¡Oyeee!- exclamó- ¡eso no se dice!

-Somos sólo tú y yo, amor.

-¡De todos modos!- bajó su katana.

-Igual y lo haré... como siempre.

-¡Kokushibo!

-¿Qué? ¿Acaso no puedo hacerlo? Quiero saber cómo y dónde tocarte, qué te gusta y cómo...- Katzuki estaba roja a más no poder, pero no podía negar que le gustaba que él tocara el tema.

-No me digas que no te gusta, porque estarías mintiendo, amor- continuó sonriéndole- te conozco... recuerda la última vez que usé el mundo transparente para...

-Amor, por favor... no me digas más porque... ya, olvídalo- Kokushibo rió y le contestó:

-Porque, ¿qué?

-¡Olvídalo!- y se cubrió el rostro.

-¿Me lo pedirás? Yo encantado de complacerte, amor- la chica sentía como ardían sus mejillas. Descubrió su rostro y alzó la katana.

-Respiración del tiempo, segunda postura: intérvalo temporal- e hizo dos cortes verticales consecutivos, que Kokushibo esquivó.

-¿Así que vas en serio?- le dijo riendo.

-¡Me hiciste sonrojar!

-No es nada que no hayamos hecho ya, cariño. ¿O quieres que no diga nada y que mejor lo haga?

-¡Kokushibo, basta! Respiración del tiempo, tercera postura- y desapareció de la vista de Kokushibo, lo cual lo sorprendió por segunda vez. ¿Desde cuando su chica se había hecho tan veloz? ¿La sangre que él le dio si sirvió de algo después de todo? Se puso en guardia y escuchó: