Mi Luna (Kokushibo x tú)

Cap. 6: Batalla de Sangre

Kokushibo desenvainó su katana y se preparó. Miró a Katzuki de reojo y suspiró. Realmente, le halagaba verla con ese haori, aparte de lo hermosa que lucía. Miró a Akaza y no dudó en atacar. Akaza se preparó.
-Estilo libre- y lanzó múltiples patadas hacia la Primera Luna.
-Respiración de la Luna, Tercera Postura: Luna Mortal de Abandono... Cadena- lanzó su ataque y las patadas de Akaza fueron detenidas por múltiples cortes en torbellino, con cuchillas en forma de Lunas crecientes. La sangre del pelirrosa manchó el suelo.

-Eso es... algo... fuerte- murmuró Katzuki.

-Las peleas entre demonios no tienen sentido- le respondió Douma- las heridas se regeneran, no podemos hacernos gran daño...

-Entonces... ¿cómo se sabrá quien ganará?

-Ya lo verás, linda.

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Las heridas de Akaza cerraron de inmediato y, antes de que su adversario reaccionara, lo atacó y lo pateó en el rostro y el abdomen, haciendo que casi cayera al suelo y escupiera algo de sangre.

-¡Kokushibo!- exclamó Katzuki, un tanto alarmada.

-Él estará bien, Katzuki-chan, no debes preocuparte- le dijo Douma sonriéndole. Kokushibo miró a su chica. Su rostro asustado lo puso un tanto nervioso, pero no lo desmostró. Se limpió el hilo de sangre que escapaba de sus labios y se dispuso a atacar a Akaza. Los ataques con la katana eran tan rápidos que apenas si podían verse.
Muzan observaba en silencio, sin inmutarse. Dirigió sus ojos carmesí a Katzuki durante unos segundos. "Sólo espero que Kokushibo no se vuelva débil al tener a esa niña con él... ya ha demostrado debilidad varias veces", pensó y dirigió la mirada a la pelea de nuevo.

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-Dime una cosa- le dijo Akaza a Kokushibo bloqueando un ataque suyo con el brazo- ¿qué se siente saber que hoy te arrebataré el puesto?

-¿Quieres que te responda?- y le cortó el brazo. Akaza apenas si se quejó, se alejó unos pasos y su brazo se regeneró rápidamente. Kokushibo tomó una postura relajada.

-Sabes que voy a ganarte...- dijo- pero pelear contigo me está gustando- su adversario se molestó, haciendo que varias venas sobresalieran. Debía acabar con él de una vez por todas.
-Muerte destructiva- dijo tomando una pose de combate- aniquilación.

-Así que así quieres jugar- murmuró Kokushibo- bien... respiración de la Luna- y se posicionó- décima postura- guillotina penetrante: hiedra lunar- Douma tomó de la muñeca a Katzuki.

-Esto es grave- le dijo.

-¿Qué?- una fuerte ráfaga de viento se dejó sentir, seguida de múltiples cuchillas en forma de luna, que volaron en todas direcciones. "Hora de actuar", pensó Douma. Desplegó uno de sus abanicos. Katzuki vio como una de las cuchillas se dirigía a ella y cerró los ojos, cubriéndose el rostro con un brazo. De pronto, sintió un ligero aire helado y algo romperse. Se descubrió el rostro y vió frente a ella, a un par de metros, dos estatuas de hielo con forma de doncellas. Una de ellas estaba ligeramente agrietada. Miró a Douma y este le dijo, con su típica sonrisa:

-Princesas de ventisca blanca... normalmente es un ataque, pero lo usé para ti. No quiero que un rostro tan bello se dañe- Katzuki palideció. Algo en su tono de voz hizo que su sangre se helara. Las estatuas de hielo crujían al recibir más ataques.

-Kokushibo-dono y yo tenemos la misma habilidad- prosiguió Douma- me refiero a que ambos podemos absorber cuerpos. Mientras que él absorbe el cuerpo de sus víctimas al perder frente a él, yo lo hago para que vivan por siempre dentro de mí, lejos del sufrimiento- y una leve risa se escuchó. Katzuki sintió que su lengua se paralizó. "Este tipo ya no me cae bien- pensó- ¡me da miedo!" Se retiró de él unos centímetros, pero Douma se le acercó de nuevo.

-No me tengas miedo, linda- le dijo- no te haré daño. Órdenes son órdenes, sólo te protejo en nombre de Kokushibo-dono- Katzuki miró la pelea de nuevo. Estaba ya algo incómoda teniendo a ese psicópata tan cerca de ella y necesitaba centrarse en otra cosa. Vio lo herido y cansado que se encontraba Akaza, ya no podía levantarse. Kokushibo se veía cansado también, pero se mantenía de pie. Su kimono estaba algo roto.

-Akaza, acéptalo- habló la Primera Superior- perdiste- caminó hacia él y lo levantó de un brazo- así que... voy a absorberte.

-Algo interesante está por ocurrir- dijo Douma- siento que pierdas a tu amigo, Katzuki-chan - ella no contestó. Akaza la miró de manera triste.

-Detente, Kokushibo- intervino Muzan caminando hacia ellos- no lo absorbas. Akaza es útil.

-Pero, señor...- protestó Kokushibo.

-Déjalo así- le interrumpió Muzan- ya absorberás a alguien más después- Kokushibo soltó a Akaza y caminó hacia Katzuki y la cogió de la mano. Ella se sorprendió por ese gesto. Sintió como se erizó su piel.

-Las Lunas Superiores se mantienen igual- anunció Muzan. Akaza estaba muy molesto. Miró a Kokushibo con odio.

-Douma- habló Kokushibo- gracias por proteger a Katzuki.

-No es nada, Kokushibo-dono- respondió- es un honor.

-Maestro Kibutsuji- dijo Kokushibo haciendo una reverencia- nosotros nos retiramos.

-Un placer, señor Muzan- dijo Katzuki haciendo lo mismo. "Es demasiado dulce- pensó Akaza- no merece estar con ese imbécil". Muzan se acercó a la chica.

-¡Que agradable eres!- le dijo con un tono amable y tocándole una mejilla- Kokushibo es muy afortunado, linda- ella lo miró. El que la tocara así, hizo que se estremeciera. Obviamente, se puso muy nerviosa. No sabía si esa amabilidad era genuina o si sólo lo hacía para que ella confiara en él. Sólo supo responder:

-Gracias, señor Muzan. Es usted muy amable- y sonrió levemente- nos retiramos- el sonido del biwa se escuchó y la pareja apareció en la cabaña.

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Pdt.: Debido a que no he visto los movimientos de Kokushibo al pelear (animados) tuve que cortar la pelea, lo siento. Aún así, espero les guste. Pronto comenzará el clímax de esta historia.