Cap. 34: En Camino

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Katzuki caminaba con calma. El Sol ya había caído. Su cuervo iba posado en su hombro. Hubiera querido quedarse con los hermanos, pero salvar vidas era lo importante. Sintió hambre y decidió hacerse a un lado del camino. Encendió una fogata y se dispuso a prepararse té y comer.

-No te preocupes, pequeño- le dijo ella a su cuervo- traje algo para ti- sacó un recipiente con una gran variedad de semillas y lo puso en el suelo. El animal comenzó a comer y Katzuki sonrió. Se dispuso a continuar comiendo. Debía tener fuerzas para el camino. Sabía que había una aldea no muy lejos de ahí. Buscaría un lugar para descansar un rato y luego continuaría su camino. Su cuervo seguía picando la comida que ella le había ofrecido. "De vez en cuando- pensó- sienta bien un tiempo a solas... es como puedo pensar más claramente y sentirme mejor". Era extraño, pero últimamente, se sentía mejor cuando estaba sola. Disfrutaba mucho la compañía de Kenji y, cuando se encontraba ahí, también de Nomi, pero desde que el dolor había pasado, el tiempo que pasaba sola era el mejor.

-¿Crees que pueda ser una buena pilar?- le dijo a su cuervo- ¿te gustaría que lo fuera? Ellos arriesgan su vida, es su deber...

-¡Caw!- graznó el cuervo- sería interesante- Katzuki sonrió.

-Pero tal vez muera... aunque- miró el cielo y observó la Luna llena- así tendría la oportunidad de renacer en una mejor versión de mí... o tú, ¿qué piensas?

-¡Caw!- ella sonrió de nuevo y acarició a su cuervo en la cabeza con un dedo- eres la mejor cazadora que me ha tocado.

-Daré siempre lo mejor de mí- y terminó su comida. Esperó que su cuervo terminara de comer para empacar todo de nuevo, apagar el fuego y reanudar su camino. Su cuervo se posó en su hombro y ella lo acarició, para ir en dirección a la aldea.

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Nomi y Kenji se encontraban cenando.

-Hermano, ¿crees que Katzuki esté bien?- preguntó Nomi.

-Sí... si no lo estuviera, su cuervo ya habría venido a avisarnos.

-Es cierto... oye, hermano.

-¿Sí?

-¿Haz pensando alguna vez en qué pasaría si ella se encontrara con el demonio con el que vivía?

-Si eso llegara a suceder... la apoyaría.
-Pero es un demonio... y nosotros los cazamos.

-Nomi, ella aún lo ama. Por esa razón, no corresponde a mis sentimientos. En el corazón no se manda.

-Yo sólo espero que sea feliz, lo merece.

-Creéme que yo quiero lo mismo, aunque no sea a mi lado.

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Katzuki caminaba por las calles de la aldea, buscando donde descansar un poco. No estaba muy cansada, pero quería estar al cien por ciento para seguir su camino por la mañana. Escuchó un grito de mujer proveniente de una casa. Su cuervo llegó gritando:

-¡Demonio! ¡Demonio!- Katzuki se puso en alerta y se subió la capucha de su haori.

-¡Llévame!- le dijo y corrió siguiendo a su cuervo. Llegaron a una casa y estaba una mujer acorralada por un demonio, con una niña pequeña en sus brazos, que lloraba muy asustada.

-¡Oye, monstruo!- le dijo parándose en la puerta y el demonio se volvió- ¡déjalas en paz!

-¡Ja! ¿Me lo dice una chiquilla?- se burló. Katzuki desenvainó su katana y se puso frente al demonio, protegiendo a la mujer y a la niña.

-Tranquilas- les dijo- ¿están bien?

-Si, si- respondió la mujer.

-¡Mami, tengo miedo!- dijo la niña.

-Creo que te comeré primero- le dijo el demonio y se lanzó a la cazadora. Ella alzó su katana.

-Respiración del tiempo, primera postura: ciclo infinito a corto alcance- lanzó su corte y decapitó al demonio sin ningún esfuerzo. El malévolo ser se convirtió en cenizas y la chica enfundó su espada.

-¿Están heridas?- preguntó volviéndose a la mujer y a la niña con una sonrisa, descubriendo su rostro. Ambas corrieron a abrazarla llorando.

-¡Gracias, gracias!- le dijo la mujer.

-Es mi deber- respondió ella sonriendo. Se inclinó hacia la niña y le acarició la cabeza.

-Todo está bien- le dijo. La niña se tranquilizó y se secó las lágrimas.

-Mami- le dijo a su madre- que se quede la señorita esta noche. ¿Puede?- la mujer miró a Katzuki.

-Puedo pagarle esta noche- le comentó la chica incorporándose- la verdad es que estoy buscando donde descansar unas horas.

-No es necesario que me pague, señorita- le dijo la mujer- usted nos salvó la vida a mi y a mi hija...

-Por favor- insistió Katzuki- acepte que le pague- la niña le dijo:

-Si, mami, acepta.

-De acuerdo- le respondió la mujer sonriendo y haciendo una reverencia.

-¿Tiene hambre?- le preguntó la mujer.

-Casi acabo de comer- le respondió ella- así que estoy bien. Sólo quiero dormir un poco.

-Preparemos un futón- dijo la niña emocionada. Katzuki le sonrió. Era una casa pequeña, pero se sentía amor y calidez, algo que llenó de nostalgia el corazón de la chica, pues recordó a sus padres y a sus hermanos. Tenía la esperanza de encontrar al demonio responsable y hacerlo pagar.

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Kenji se dispuso a dormir. Se acostó en su futón y se arropó. "Katzuki- pensó- espero que estés bien. Ni siquiera pudimos pasar mucho tiempo juntos desde que regresé". Durante los dos días que estuvo fuera, había pensado en salir con ella cuando regresara. Quería ir al pueblo e invitarla a comer. Sus intentos por enamorarla durante dos años no habían rendido fruto y se conformaba con ser su amigo. Ojalá y, cuando regresara, pudieran ir los tres al pueblo. Nomi adoraba salir e ir de compras.

-Pasaremos un lindo día juntos- pensó y se durmió profundamente.

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¡Capítulo corto, pero el siguiente es muy especial!
Espero les guste 😘

Mi Luna (Kokushibo x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora