Mi Luna (Kokushibo x tú)

Cap. 44: "Aquí Estoy"

Kokushibo vió a Muzan frente a él y a Nakime a su lado. Se inclinó, diciéndole:

-Buen día, señor Muzan.

-¿Sabes por qué te mandé llamar?

-No, señor.

-Me imagino que ya sabes que anoche tuve a Katzuki conmigo- Kokushibo sintió que su corazón se detuvo durante un segundo con esto.

-Sí... lo sé- contestó con voz serena- ella misma me lo dijo cuando la ví.

-Le di de mi sangre... para que sea más fuerte. No quiero que la esposa de mi mejor demonio sea débil.

-Se lo agradezco, señor Muzan.

-Ví en ella algo que me llamó la atención, Kokushibo. ¿Tú sabías sobre su embarazo?

-Apenas lo supe anoche.

-Mi sangre le ayudará a soportarlo. Es un demonio, al igual que tú. Lo hice porque eres el demonio más leal que tengo. No por ella- escuchar esto hizo que Kokushibo se sintiera aliviado. ¡El bebé era suyo! Muzan sólo deseaba otro demonio poderoso y qué mejor que el heredero de la respiración lunar y la del tiempo.

-Sin embargo- continuó Muzan- debes asegurarte de que ella me será leal también.

-Así será, señor. Le prometo que ella será leal hasta su último minuto de vida.

-Cuando le des la noticia, deberás explicarle por qué la traje conmigo.

-Lo haré.

-Y tu hijo deberá servirme cuando crezca.

-Me aseguraré de que le sea leal también. Usted no debe preocuparse, señor Muzan. Déjelo todo en mis manos.

-¿Cuándo van a casarse?

-Hoy en la noche iré a buscarla. Lo haré con el fin de que venga conmigo. Sé que aceptará, así que espero que sea esta misma noche o mañana cuando nos casemos.

-Me parece perfecto, Kokushibo.

-Sabe que no le fallaría.

-Lo sé. Ya puedes retirarte- Kokushibo se incorporó, hizo una reverencia y el sonido del biwa lo sacó de ahí. Estando en su cabaña, sonrió. "El bebé es mío". Se sentía feliz. Imaginó a Katzuki en su cama, con un vientre muy notorio. Imaginó una vida tranquila, lejos de todos. Tal vez ella moriría, pero su hijo estaría a su lado. Esperaba que se pareciera a ella. "Haré lo que sea por hacerla feliz", pensó.

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-Señorita Tanaka- le dijo una enfermera a Nomi entrando a la habitación- debería ir a descansar.

-Me quedaré aquí. Es mi hermano- le respondió la chica. Sus ojos estaban inflamados y enrojecidos- yo nunca he estado para él... así que debo quedarme.

-De todos modos, si se retira, puede avisarme y yo estaré aquí.

-Gracias- la chica hizo una reverencia y se retiró.

-Compermiso- Nomi se volvió y vió a Katzuki entrar, con cajas con comida. Vestía un kimono negro algo holgado.

-Te traje comida y bebida- le dijo sonriendo- debes tener hambre- Nomi sonrió. No podía creer el gesto tan noble de Katzuki.