Cap. 26: "Camina hacia adelante"

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-Amor- escuchó Katzuki- cielo...- abrió los ojos. Ahí estaba Kokushibo, ya vestido.

-¿Qué pasa, mi Luna?- le preguntó sentándose.

-Tengo demasiada hambre- le contestó- iré a cazar antes de que salga el Sol. Todo lo ocurrido anoche hizo que se me despertara el apetito de nuevo- Katzuki le sonrió.

-Si, amor... ve.

-Duerme mientras tanto. Yo regresaré antes de que amanezca.

-Claro, mi amor- Kokushibo la abrazó y ella correspondió al abrazo. Sintió como él olfateaba su cabello.

-¡Qué bien hueles, amor!- le susurró. Ella se separó con suavidad de él y le dijo riendo:

-Ve a cazar antes de que me comas- Kokushibo la besó y le contestó:

-Si, amor- y salió. Katzuki escuchó como la puerta que daba hacia afuera se abrió y se cerró. Tomó su ropa y se vistió, para luego acostarse de nuevo. Algo no andaba bien. Tenía un extraño presentimiento. Sentía que algo ocurriría ese día, algo inesperado. Y algo realmente malo. Esperaba equivocarse. Se acomodó en la cama y trató de dormir. Tal vez, cuando Kokushibo regresara, se sentiría mejor. Recordó que, hacía apenas unas horas, Kokushibo había sido de lo más romántico con ella. Sus caricias, sus besos, como la abrazaba, cuando estuvo en ella... sonrió. "Soy muy afortunada"  pensó. Miró hacia la puerta, donde una bolsa grande de tela estaba colgado, cubriendo su vestido, el cual, ya estaba casi listo, le faltaban sólo unos detalles y luego hablarían de la boda. Sus ojos se fueron cerrando. Se arropó y se acomodó de nuevo, para quedarse dormida. Rato después, entre sueños, sintió a su prometido acostarse con ella y abrazarla.

-Volví- escuchó en su oído. Ella sólo sonrió sin abrir los ojos y ya no supo más. El sentir como su amado la tomaba entre sus brazos la hizo sentir segura y tranquila. Por su lado, Kokushibo no estaba así. Siempre estaba sereno, pero no en ese momento. Le costaba conciliar el sueño desde que despertó, a punto de devorar a Katzuki. Se sentía triste. Había tomado ya una decisión y no daría vuelta atrás. "Haré lo que sea para que estés a salvo de mí- pensó acariciando la cabeza de la chica- lo que sea". Besó su frente y estrechó suavemente el cuerpo de su amada. La sola visión de ella, bañada en sangre y él sobre ella devorándola, le horrorizaba. Recordó que así había fallecido en una de sus vidas pasadas. Había despertado igual, unas horas después de haber tenido intimidad y, totalmente fuera de sí, la atacó estando dormida. Ella despertó, pues Kokushibo usó sus uñas y sus dientes y no tuvo piedad de ella, a pesar de sus gritos de dolor y súplicas. Recobró el conocimiento cuando ya era demasiado tarde. La cama estaba empapada de sangre y su cuerpo manchado. No pudo evitar llorar a gritos al darse cuenta de lo que había hecho. Recordaba que había tomado su rostro con suavidad y, acariciándola, le había pedido perdón. Ese recuerdo era uno de los que más lo atormentaba. "No tengo opción- pensó- lo siento mucho, Katzuki".

.

Por la noche, Katzuki esperaba a Kokushibo en la sala. Había salido muy temprano a cazar. Le había prometido una caminata por el bosque, lo cual le parecía romántico. No era la primera vez que ambos salían así, pues anteriormente habían ido y hasta habían regresado a la cabaña poco antes del amanecer. Se había dado un baño, se puso un kimono blanco algo suelto para mayor movilidad, sus sandalias favoritas y claro, su haori púrpura. El cabello lo dejó suelto, cepillado lo mejor que pudo. Sin duda, su prometido se sorprendería al verla. Quería darle la sorpresa que había terminado al fin su vestido de novia y esperaba que hablaran de la fecha de la boda durante su velada y, al regresar a la cabaña, que él la sedujera. La puerta se abrió y ahí estaba Kokushibo.

-¡Mi amor!- exclamó ella y corrió a abrazarlo. Él le correspondió y le contestó:

-Volví temprano, querida- la chica se separó de él y lo miró, diciéndole:

Mi Luna (Kokushibo x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora