Cap. 32: Demonio del Bosque

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Katzuki saltaba de rama en rama, avanzando a gran velocidad. El aire se sentía pesado. "No sé que demonio sea- pensó- pero su presencia se siente por todo el bosque". Una rama iba directo a impactarse con ella y logró esquivarla. "Pero... ¿qué rayos?" pensó. Se volvió y la rama iba de regreso a ella. Rápidamente, desenvainó su katana y cortó la rama, de la cual, brotó sangre. Katzuki bajó del árbol. "Era el demonio... entonces... es algo así como un demonio árbol..." envainó su katana y siguió corriendo. Vió un grupo de tres cazadores peleando contra varias ramas que parecían tener vida propia. Una rama tomó a una cazadora del tobillo y la alzó.

-Respiración del tiempo, primera postura: ciclo infinito- lanzó su corte de ciento ochenta grados, cortando varias ramas. La chica cayó gritando y Katzuki la atrapó en los brazos y la bajó.

-¿Estás bien?- le preguntó.

-Si... gracias- contestó la cazadora. Otro cazador estaba sentado en el suelo herido en un brazo y Katzuki se inclinó a revisarlo.

-No es muy profunda la herida- dijo- estarás bien- una raíz se enredó en el tobillo del herido y lo arrastró.

-¡Rayos!- gritó Katzuki y logró cortar la raíz. Una risa burlona se escuchó y luego, una voz.

-Una cazadora nueva, huele aún más delicioso que los otros cazadores- el demonio se mostró. Su piel parecía el tronco de un árbol y los ojos eran de esclerótica negra y pupilas verdes- ¿eres un pilar?

-Chicos, salgan de aquí. Yo me haré cargo- dijo Katzuki y los chicos obedecieron.

-No, no soy un pilar- le contestó al demonio- y ni falta me hace serlo.

-Tu espíritu de lucha es impresionante... déjame ver tu rostro, niña.

-No... confórmate con saber que yo acabaré contigo- se puso en posición de pelea con su katana.

-¡Eres una maldeducada!- le gritó el demonió estirando ramas hacia Katzuki. Ella estaba en guardia.

-Respiración del tiempo, tercera postura: arena del tiempo- se movió tan veloz, que el demonio no pudo ver como cortó todas las ramas, dejándolo, por un momento, estupefacto.

-Dime, niña- habló- ¿cuál es tu nombre?

-¿Qué importa eso?

-A mí sí... quiero saber el nombre del platillo que me comeré hoy- Katzuki rió.

-No, querido- le contestó- este "platillo" no está en el menú- el demonio enfureció. ¿Cómo era posible que ella se burlara así de él? Katzuki se inquietó. Escuchó el sonido de las hojas secas del suelo y como algo la sujetó de sus tobillos. Miró y vió que varias raíces de enredaron en sus pies. El demonio rió burlón.

-Ahora me toca a mí, niña del tiempo... te tengo- ella alzó su katana para cortar las raíces, pero sus manos fueron sujetadas también, una de cada lado. Por la fuerza de las ramas, no pudo más y terminó soltando su espada. El demonio enredó también sus muslos, la cintura y ató los brazos de la chica a su espalda, mientras comenzaba a sujetarla en alto.

-¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Déjame, mal nacido!- le gritó la cazadora intentando zafarse. Entre tanto movimiento, su capucha terminó descubriendo su rostro.

-¡Qué bella eres, niña!- exclamó el demonio- las mujeres más hermosas son las que mejor saben- Katzuki no dejaba de moverse.

-¡Bájame! ¡Suéltame, infeliz!- seguía gritando.

-¡Qué molesta eres!- y cubrió su boca enrollando una rama, pasándola por el cuello. Ella no dejaba de moverse, luchando por soltarse.

-Quedarás inconsiente- le dijo el demonio- y ahí será cuando te devore... tranquila, no sufrirás- la chica no dejaba de pelear, aunque ya estaba agotada. Ya estaba muy lejos del suelo. Sus extremidades comenzaron a dolerle y a entumecerse y su corazón latía muy forzado. Comenzó a marearse. El demonio ejercía mucha presión en su cuerpo. "¿Qué hago?- pensó angustiada- no... no puedo hacer nada... me descuidé... moriré...". Sus ojos comenzaban a pesar.

Mi Luna (Kokushibo x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora