Cap. 5: Las Tres Crecientes

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La noche llegó. Por alguna razón, Katzuki estaba muy emocionada. Salió de su habitación y le preguntó a Kokushibo, mientras ajustaba su haori:

-¿Lo dejo así suelto? ¿O lo ato? ¿Cómo se verá mejor? Dime como...

-Tranquila- le contestó él- como te guste más, se te verá bonito- ella le sonrió y se ató el haori.

-¿Así te gusta?- preguntó Katzuki.

-Si, Katzuki. Me gusta.

-¿Seguro? ¡Dime la verdad!- Kokushibo se acercó a ella y, ajustando su haori de la parte del pecho, le contestó:

-Confía en mí. Eres linda... todo te queda bien- Katzuki se sonrojó.

-¿Qué pasa?- le preguntó Kokushibo al ver que ella miró hacia otro lado.

-Me dijiste que soy linda- murmuró la chica. Su corazón comenzó a latir fuerte.

-Lo eres... ¿por qué te mentiría?- le respondió él, con su seriedad tradicional.

-No lo sé... yo...

-Me conoces... y sabes que soy sincero. No te mentiría nunca- Katzuki lo miró. Ocho años viviendo con él sin recibir ninguna clase de daño, eran más que suficiente para confiar en él.

-Te creo, entonces, Kokushibo- contestó. Él sonrió ligeramente y Katzuki le preguntó:

-Y, dime... ¿estarán ahí más demonios?

-No... sólo Akaza y yo, además de nuestro amo... y tú, claro.

-¿No hay inconveniente con que te acompañe?

-Recuerda que te dije que no.

-No estorbaré.

-No te preocupes... nunca lo has hecho. ¿Lista?

-Sí- Kokushibo le tendió la mano y ella la tomó. A pesar de tener ya quince años, la mano de Kokushibo le seguía pareciendo enorme. Escucharon el sonido de un biwa y cambiaron de lugar de un momento a otro. Katzuki miró a su alrededor. Era un lugar con varios muros en diferentes ángulos. Una misteriosa chica vestida de negro, con el cabello cubriendo su frente y sosteniendo un biwa, se encontraba no muy lejos.

-Sólo estamos nosotros y ella- le murmuró Katzuki a Kokushibo.

-Tranquila... siempre soy puntual- respondió él. El biwa se escuchó nuevamente y otro demonio apareció. No era Akaza. Era de estatura similar a Kokushibo, vestido con un kimono rojo y negro. Su cabello era platinado y sus ojos eran de arcoíris.

-¿Qué tal, Kokushibo-dono?- lo saludó. Su voz sonaba elegante y amable.

-¿Qué haces aquí, Douma?- le cuestionó Kokushibo.

-¿No puedo ver la pelea de mis amigos?

-Esto es sólo entre Akaza y yo...

-Pero tú trajiste a tu novia.

-No es mi novia.

-Y, entonces, ¿por qué están tomados de la mano?- Kokushibo y Katzuki se miraron y se soltaron las manos.

-Ella es la humana, ¿cierto?- continuó Douma- tu protegida.

-Sí, lo es- Katzuki lo miró. En sus ojos lucían las palabras "Segunda Creciente". Recordó lo que, años atrás, Kokushibo le dijo: que no confiaba en él. Era extraño, pues parecía tener carisma.

-Es muy hermosa, Kokushibo-dono- le comentó Douma. El biwa volvió a sonar y Akaza apareció cerca de Douma.

-¡Tú! ¿Qué haces aquí?- le dijo.

Mi Luna (Kokushibo x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora