Kokushibo caminaba por el bosque, pero no tenía ánimos de regresar a casa. Quería encontrar a Katzuki. Sentía un extraño presentimiento, como si algo realmente malo fuese a pasarle. Se detuvo en un claro y miró la Luna. Esa noche, estaba en fase cuarto creciente. Era hermosa. "Mi Luna... ¿dónde estás?" pensó. No podía dejar de pensar en ella y en que estuviera bien. Recordó que, apenas la noche anterior, se habían visto. La habían pasado muy bien, pues salieron a caminar como un par de novios adolescentes y luego hicieron el amor como siempre lo hacían: si fuera la última vez que lo harían. Había sido una noche como ninguna.
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-¿Hice un buen trabajo, maestro?- escuchó Katzuki. "Esa voz- pensó sin abrir los ojos- creo haberla escuchado antes, pero... ¿en dónde?" La voz era de hombre, pero sonaba afeminada. Sintió una mano en su cabeza y que estaba apoyada en una superficie no muy firme.
-Así está bien... puedes retirarte, Enmu. Me encargaré de ascenderte después- escuchó el sonido del biwa. La voz de Muzan hizo que se estremeciera y abrió los ojos. Vio que tenía la cabeza apoyada en su pierna. Se encontraban en la dimensión infinita.
-Despertaste, querida- le dijo y sintió que le acarició la cabeza- ¿qué tal tu sueño?- ella se puso de pie rápidamente y se inclinó ante él. Prefería revenrenciarlo a tenerlo así de cerca.
-Linda, no es necesario- le dijo Muzan- ¿no quieres estar cerca de mí?
-Señor Muzan- contestó -yo lo respeto.
-Acércate, quiero decirte algo- Katzuki se incorporó y, con pasos temerosos, fue hacia Muzan. Él le tomó una mano entre las suyas y le dijo:
-Dime, ¿qué estás dispuesta a hacer por tu amado Kokushibo?- ella lo miró sorprendida.
-Lo que sea- respondió ella sin pensarlo.
-Katzuki, tú me agradas... y sabes que Kokushibo es mi mano derecha... creí que, al tener a una humana cerca, se haría débil, pero fue lo contrario. Hace poco, me pidió autorización para casarse contigo... y se la di- los ojos de Katzuki se iluminaron.
-Señor Muzan... ¡gracias!- se soltó de sus manos y le hizo una reverencia.
-Él no sabe que estás aquí... no te preocupes, te irás pronto... te traje por un motivo- se puso de pié y se acercó más a ella. Katzuki se incorporó y lo miró.
-Quiero saber algo...- la uña de uno de sus dedos se alargó.
-¿Señor Muzan?- murmuró ella- oiga... pero soy inmune a la sangre demoníaca.
-No lo haré con esa intención- y clavó su uña en el cuello de la chica, haciéndola sentir un gran dolor. En el sitio en donde estaba la uña, se amorató y las venas se hicieron notar.
-No quiero que mi mejor demonio se case con una humana tan débil... supe que, desde que Kokushibo te dio de su sangre, te hiciste fuerte- le dijo Muzan. Katzuki sentía que se quemaba desde su interior, pero evitaba quejarse.
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Kenji se detuvo en un claro del bosque. Sintió la presencia de un demonio.
-Por fin nos vemos de nuevo, Kenji Tanaka- escuchó detrás de sí. El joven se giró. A unos cuantos metros, se encontraba Akaza. Kenji desenvainó su katana y le apuntó con ella.
-Sí, por fin nos vemos de nuevo... y, por fin, te mataré...- le respondió Kenji. Sentía odio por ese demonio.
-Dime, ¿dónde está Katzuki?
-¿Qué te importa?- blandió la katana- respiración de agua, séptima postura: gotas de lluvia penetrantes- se fue contra Akaza, pero este esquivó el ataque con extrema facilidad.
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Mi Luna (Kokushibo x tú)
FanfictionUna pequeña niña pierde a su familia a manos de un demonio... cuando iba a ser asesinada por el mismo, la Primera Superior llega a su rescate y decide llevársela consigo. La pequeña acepta, sin saber el oscuro trasfondo en la intención de la Primera...