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El sábado había transcurrido más rápido de lo que ambos desearían, realmente no hubo datos demasiado relevantes que respetar de él, pensar que el momento en el cual se conocerían físicamente estaba a pocas horas les había quitado el sueño completamente; el insomnio no era algo fuera de lo común para Agoti, él siempre guardaba energías sorpresa para sobrevivir el próximo día, mientras que para Tabi no era tan común, la última vez que lo vivió fue cuando temblaba de miedo por haber estado en la peor etapa de su vida, revivir esta experiencia no era de lo mejor realmente.

Tomando su teléfono, el ruso miró la hora actual, eran las 3:37 de la mañana del bendito dia domingo, el momento de la verdad estaba cerca, y no podía evitar sentir unas fuertes ganas de llorar por la maldita ansiedad que consumía su cuerpo, exponiéndolo corporalmente por fuertes temblores desde sus brazos hasta sus piernas.

Cubriendo sus ojos con su antebrazo, soltó un suspiro entrecortado, definitivamente estaba asustado, esto era más difícil de lo que había imaginado anteriormente, le gustaba crear escenarios mentales que le tranquilizaran, pero ahora la calma estaba totalmente fuera de su alcance, ¿encontrar el romance perfecto por internet? Era algo que solo un niño creería, pero aún así, quería convencerse a sí mismo de que esto funcionaría, había pasado meses hablando con ese chico de identidad misteriosa, lo sentía tan suyo pero al mismo tiempo tan lejano, sabía que de un momento a otro apenas se presentara todo podía irse al carajo.

Dándose una palmada en el rostro, se percató de lo húmedas que estaban sus mejillas, mierda, esto enserio estaba sobrepasándole.

— ¿Por qué lloras, imbécil? Ni siquiera te ha rechazado aún. —Dijo para sí mismo, aunque tal vez no era lo que necesitaba oír ahora.

El rechazo amoroso era algo común desde el incidente, aparentaba estar acostumbrado a eso pero su inseguridad y dolor eran evidentes, no era de piedra, era alguien con sentimientos, miedos e inseguridades como todo el resto, le costaba amarse a si mismo, ¿cómo podía amar a alguien más si ni siquiera podía con él personalmente?
Mirando a los pies de su cama observó a su gatita completamente dormida, envidiaba la vida de los gatos, vivían sin preocupaciones, se les alimentaba, les mimaban, y algunos tenían sexo desenfrenado con alguna buena hembra, ¿por qué no había nacido siendo uno? Todo sería más simple.

Acariciándola suavemente, decidió dejarla dormir, se estiró un poco para tratar de relajar el cuerpo en lo que alzaba su voz en un leve y grave quejido.
Acomodándose sobre su costado, miró su teléfono en la mesita junto a su cama, tomándolo para así revisar sus redes sociales por inercia, cosa que acostumbraba a hacer en cuanto quería distraer su mente o simplemente quitarse el aburrimiento, se sintió curioso por saber si habría algún amigo en línea, encontrándose con la sorpresa no tan sorpresiva de que cierto chico estaba conectado en discord. Que típico de él, pero bueno, era joven, podía dormir poco y tener energías suficientes para vivir con normalidad, no es como si él fuera viejo, solo tenía 21, pero por estrés y preocupaciones de más su cuerpo ya comenzaba a vivir como un viejo, o al menos así lo describía... Descartando las erecciones mañaneras, esas mierdas eran jodidamente traicioneras.

Yourm0m

¿Qué haces despierto a esta hora, cariño?-

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora