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— ¿Está rico tu sushi?

— ¡Sip, está delicioso! —Exclamó Agoti sosteniendo sus palillos.— Deberíamos hacer esto más seguido, la próxima vez invito yo.

— Ja, ¿en tu casa? Que miedo.

— Ay, amor. Tarde o temprano tendrás que conocer a mi familia. —Llevó el sushi a su boca.

Se tomó su tiempo para saborearlo, realmente estaba muy rico, podría decir que era de los mejores rollos de sushi que había probado hasta el momento, eso de "se hace con amor" si hace las cosas más ricas.

— Ya lo sé, pero me da miedo que haya problemas con que estés conmigo. Ya sabes, algún prejuicio tonto sobre los homosexuales.

— ¿Mh? No, no. Mi papá es muy abierto con esas cosas. Dice que mientras no lastimemos a otros con lo que hacemos está bien. Aunque es irónico, porque literalmente estamos planeando una venganza.

— ¿Venganza? —Frunció el ceño.

— Sí. —Metió nuevamente comida a su boca.— Un imbécil quiso hacerme desaparecer lanzándome al vacío, mi papá no se quedará con los brazos cruzados, así que planeamos arruinarles su reputación, ¿y quién sabe? Tal vez algo más. Mi papá es capaz de muchas cosas.

Eso no dejó muy tranquilo al ruso, ¿en qué tipo de pleitos se había estado viendo involucrado este chico y su familia? Que miedo, aunque... Si no hacía nada malo no tenía nada que temer, ¿No?

Bebiendo de su vino, Agoti sonrió tontamente, cerrando sus ojos para dejar que su cuerpo se adaptara un poco al trago, no solía beber cosas tan fuertes, así que tenía poca resistencia al alcohol, pero no bebería hasta el punto de emborracharse, sabia que debía tener autocontrol con esas cosas, además había algo para lo que necesitaba estar al 100% consciente.

— ¿Tienes espacio para el postre? —Preguntó el de piel mestiza, dejando sus palillos sobre la mesa en lo que su rostro enrojecía.

— No... Creo que voy a reposar un poco, los fideos me dejaron lleno.

— ¿Seguro? —Se levantó de su puesto.

Tomando suavemente la mano de Tabi, entrelazó sus dedos en lo que con su otra mano sostenía la barbilla del ruso, haciéndole alzar la mirada para así sonreírle con picardía.
El de posición inferior se tomó unos segundos en procesar aquella pregunta con la indecente propuesta "disimulada", enrojeciendo totalmente una vez captó la indirecta.

— ¿Ah? Pe-pero... ¿Ahora? No, no puedo, estas borracho, eso sería abuso. —Respondió el ruso, sintiendo como su piel se erizaba un poco.

— No estoy borracho, tomé de forma moderada solo para no estarlo y poder darte mi consentimiento en esto.

Acomodándose sobre las piernas del ruso, deslizó sus brazos detrás de su cabeza, juntando sus labios en un pequeño beso antes de apegar sus cuerpos y susurrar junto a su oído.

— Llevo mucho tiempo queriendo tocarte de esta manera, sentirte bajo mi control y saber que eres mío.

— Cielos... —Apoyó sus manos en la cintura del chico.

— Seamos uno, Tabi. Quiero ser tuyo, y que tú seas mío, la noche es larga y podemos apasionarla aún más~

Cerrando sus ojos, el ruso no sabía cómo responder, sabía que Agoti era hormonado, pero no creyó que llevaría las cosas por ese rumbo en aquella cena romántica, al menos no tan pronto, era erótico, pero tenía sus dudas aún.

Bʀᴇᴀᴋ Tʜᴇ Dɪsᴛᴀɴᴄᴇ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora